La segunda jornada del debate de la nacionalidad le sirvió ayer al presidente, Fernando Clavijo, para reiterar anuncios del martes, logros desde 2015, como la mejor vinculación con Madrid, la recuperación de fondos y las perspectivas ante el REF o el Estatuto, pero, sobre todo, para ahondar en sus críticas a ciertas propuestas de la oposición que no solo cree utópicas y más propias de veleidades juveniles, universitarias y pseudocomunistas (sin mencionar el término), sino inviables económicamente. Entre estas, y como ya hicera con Podemos, destacó su réplica al portavoz de NC, Román Rodríguez, quien insistió en la necesidad de que se implante en Canarias una renta básica que ya tienen otras comunidades, como el País Vasco, así como países punteros de Occidente y que cree que, simplemente con otra política fiscal, se podría obtener hasta 190 millones para costearla.

Clavijo le reprochó que algo así es más propio de regímenes fracasados y que intentan cambiar las cosas de un día para otro. Además, le recordó que algo sabe de números (es licenciado en Económicas) y que una renta básica aquí, con 270.000 parados, no requiere 190 millones, sino 700 anuales para 104 mensuales, lo que lo convierte en imposible. Frente a esto, insistió en apostar por la PCI para ayudar a los que peor lo pasan. Además, le pidió que evite la comparación con Euskadi, aunque, eso sí, le agradeció mucho su tono, lo contrastó con otros previos y hasta aseguró que compartía el 90% de su intervención.

Rodríguez, por el contrario, dijo que eso es incompatible con la ley del suelo, augurando que, lejos de lo que pretende evitar, se bloquearán más los juzgados, ya que los empresarios potentes tendrán más opciones de litigar contra los consistorios si no les gusta lo que se decide sobre sus planes.

Asimismo, le aclaró que las urgencias geriátricas que anunció el martes, en realidad, ya están contempladas y, en hospitales como el de La Candelaria, existen protocolos, si bien queda margen de mejora. También considera muy alejada de su visión la apuesta de CC por las regasificadoras y, aún más, por el gas ciudad, retándole a que le consulte a los isleños y dando por hecho que ganarían los que se oponen de forma holgada.

Lo que sí le reconoció es su capacidad para anular las alternativas de gobierno con un "tripartito" que ha afianzardo bien con el PP o el PSOE dependiendo de la materia, y siempre con ASG como apéndice, pero dejando fuera al resto y fracasando, luego, con situaciones como los órganos o la RTVC.

Reforma electoral y priorizar a las personas

Rodríguez hizo una contextualización de Canarias en el mundo que compartió mucho Clavijo. Así, advirtió del retroceso de la socialdemocracia y el ascenso de la ultraderecha, con el alivio el pacto de conservadores y socialistas germanos. También avisó del "brexit" y, no obstante, explicó en parte la mejora económica isleña por el petróleo, los logros en Madrid de CC y NC o el tirón turístico, avisando de que no durará. Eso sí, y aunque advirtió del polvorín español, censuró que el crecimiento sea inferior al estatal y que nunca se cumplan las previsiones opuestas, así como el fracaso del cambio de modelo si el turismo es ya el 35% del PIB y el 40 del empleo (en 2010: el 25 y 30). A su juicio, y aunque comparte que todas las islas sean iguales, CC las ha "cantonizado" con el Fdcan o el peso de ASG en leyes claves y no ha priorizado a las personas. Clavijo lo negó y pidió tiempo con la mejora de la financiación, pero Rodríguez le afeó su postura, por ejemplo, "con una reforma electoral imprescindible".