Intersindical ha acusado hoy al Gobierno canario de haber "maquillado" las listas de espera sanitarias, cuyas cifras considera que "no reflejan la situación real", porque su información indica que la situación "ha empeorado" en los hospitales, al contrario de lo anunciado.

"En el día de ayer, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias anunciaba a bombo y platillo los, según ellos, positivos datos de las listas de espera", aunque al analizarlos "desde el conocimiento de la realidad en los centros sanitarios, la conclusión que sacamos desde Intersindical Canaria es otra", dice esta organización, en un comunicado.

Este sindicato sostiene que las cifras esgrimidas por la Consejería como favorables han sido producto de medidas encaminadas solo a mejorar su imagen y no la atención a los enfermos, entre las que cita el que denomina "fenómeno de cierres de agenda", consistente, según expone, en interrumpir temporalmente la incorporación a las listas de espera de pacientes que deberían ser incluidos a criterio de los médicos.

Un fenómeno que se ha combinado, según la organización laboral, con "la forma de manejar los datos", que asegura que se han procesado con una "ingeniería contable" para hacerlos más positivos.

Con lo cual, la información ofrecida por Sanidad sobre las listas de espera -afirma- "no es el reflejo de la gran dificultad en el acceso a la solución de los problemas de salud que sufren los ciudadanos".

Ya que estos tienen que pasar "un promedio de seis meses para la consulta con el especialista, otra espera similar para la realización de las pruebas diagnósticas y la valoración de estas", tras lo cual, "si de ello se desprende la inclusión en lista de espera quirúrgica, el tiempo de espera, que ha aumentado, dependerá del área de salud en el cual habite", argumenta el sindicato.

Y añade que, "durante este periodo de un mínimo de 18 meses, el paciente-ciudadano habrá estado posiblemente en riesgo de perder su empleo, debido a la precaria situación socioeconómica y laboral en Canarias", en tanto que "sus problemas de salud corren el riesgo de cronificarse, aumentando el gasto farmacéutico y el riesgo de complicaciones invalidantes".

Su conclusión es que, pese a los mensajes de la Consejería, "los problemas continúan" en la sanidad pública de las islas, donde, en última instancia, siguen "usuarios y trabajadores sin ver soluciones" frente al "cúmulo de despropósitos" de sus gestores.