Un numeroso grupo de alumnos de Psicología de la Universidad de La Laguna (ULL) -trescientos, según los afectados, aunque la institución no ha podido confirmar esta cifra- sufrirá un considerable retraso en el abono de sus becas debido a lo que consideran una "negligencia" de la Facultad, que presentó sus solicitudes fuera de plazo, según ha denunciado la Asamblea del Movimiento Estudiantil Canario (AMEC). Sin embargo, la propia Facultad sostiene que ha tramitado todas las peticiones "en tiempo y forma", aunque varias de ellas no reúnen los requisitos establecidos por la Consejería de Educación para concederlas, por lo que han sido denegadas.

Ambas versiones son, por lo tanto, muy contradictorias. AMEC -el grupo mayoritario de los que representan al alumnado en el Claustro de la Universidad- asegura que el centro presentó las solicitudes cuando ya había vencido el plazo establecido, aunque los alumnos sí lo hicieron "en tiempo y forma"; es decir, en el momento de formalizar su matrícula.

Por su parte, el decano de Psicología, Pedro Avero, enmarca el problema en la normativa de la Facultad, que exige superar el 60% de los créditos de un curso para matricularse en el siguiente y, de esta manera, evitar que los estudiantes "arrastren asignaturas pendientes a medida que avancen en la carrera". Quienes no cumplen este requisito no satisfacen tampoco las condiciones que pone la Administración para acceder a una ayuda.

Esta normativa es aplicada por la Facultad desde hace tres cursos académicos, y forma parte del programa de acreditación del grado en Psicología, aprobado por la Agencia Nacionales de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca). Según el decano, el centro que dirige cumple todos los años con los plazos para tramitar las ayudas al estudio, y ha sido evaluado con los mejores resultados por el Ministerio en todos los aspectos de su actividad: docencia, investigación y administración.

AMEC ha demandado a la ULL y al Ejecutivo canario que "agilicen los trámites para no causar demasiados perjuicios a las personas damnificadas por la mala organización de la Facultad de Psicología". Además, ha instado a adoptar las medidas necesarias para que "un caso de estas características no vuelva a repetirse". A juicio del grupo claustral, la actual situación económica obliga a la Universidad a "ser diligente" en la gestión de las ayudas, "ya que de ello depende que un alumno pueda continuar sus estudios con normalidad".