«La educación empieza en casa», artículo de una madre

Una aficionada al baloncesto y a la vez madre de deportista en edad de formación, remite a BASKETMANÍA un interesante artículo sobre la educación en la cantera. Un comentario que se debe interpretar como la segu7nda parte al escrito por mi amigo Carlos Elorrieta:

«La verdad es que resulta decepcionante que cuando vas a las canchas con equipos de base, se oigan frases como «rájalo» «páralo como sea»… y demás lindeces cuando no puedes parar a tu oponente. Frases como esas salen desde el banquillo o desde la grada, desde aficionados o desde los mismos padres o madres.

Es algo que no se entiende. Cuando uno inscribe a su hijo en un equipo es fundamentalmente para enseñarle lo BUENO que tiene el practicar deporte. Lo BUENO que tiene el llevar una disciplina de equipo en el que el RESPETO debe primar y el espíritu de lucha y entrega deben estar dentro de la filosofía del equipo, para que después sea una norma de comportamineto en la vida.

La COMPETITIVIDAD nunca debe ir ligada  a «empujones ni pisotones» para deshacerme del adversario. Sólo se entiende como una sana RIVALIDAD, en el que aquél que me gana en justicia no es mi enemigo, y el que pierde aprende que debe mejorar.

Mientras esto no se aplique el DEPORTE DE BASE no será una ESCUELA DE DEPORTISTAS, sino como en muchos casos, el lugar donde «antiguos fracasados del deporte» desahogan sus frustraciones. Lo deseable es que la formación de nuestros pequeños deportitas esté en manos de buenos profesionales ( que gracias a Dios cada vez son más) que hayan realizado los cursos pertinentes para saber tratar y motivar a los niños al igual que lo hacen los profesores para poder colaborar en la educación de esos futuros deportistas y personas con los ideales propios de todo buen deportistas.

En fin, mejor lo dejo porque no acabo, aunque no se puede olvidar que SIEMPRE LA EDUCACIÓN EMPIEZA EN CASA y que también siempre encontraremos excepciones que confirmen la regla.

2 comentarios en ««La educación empieza en casa», artículo de una madre»

  • el 26/04/2010 a las 10:41
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    Hola, totalmente de acuerdo con los artículos, cuando mi hijo cumplió los 5 años lo apunté en el Juventud Laguna de fútbol, los dos primeros años tuvo la suerte de tener un entrenador-educador (“Alex” que fue jugador y capitán del Laguna), que para él lo principal era la educación, contaba con un grupo de 18 niños y todos jugaban en todos los partidos el mismo tiempo, llevado por reloj, fueran buenos o menos buenos incluso el segundo año se perdió una final de un torneo que íbamos ganando por 3 a 0 en el descanso, cuando en la segunda parte hizo los cambios, aún en contra de lo que le decían los niños y el enfado de varios padres y al final se perdió 4 a 3 pero jugaron todos y esos les supo un montón y hoy (han pasado algunos años lo ven por la calle y lo saludan con cariño), después tuvo la mala suerte que le tocaron dos entrenadores que solo querían ganar y entrenaban con los para ellos “más” buenos dejando de lado a los otros y jugaban apenas 5 minutos por partido llegando a decirles que no jugaban porque no eran duros y no tenían mala leche. Con esto se aburrieron varios (entre ellos el mío) y dejaron el fútbol dedicándose a otros deportes, casi todos de índole individual (tenis).

    En mi caso yo estuve de entrenador de fútbol-sala en la Salle y hoy 30 años después me saludan hombres por la calle que se acuerdan de mi y me agradecen el haberles dedicado mi tiempo (más a ellos que eran los malos que nadie quería que a las “estrellas”), solo les pedía que trajeran una sudadera para después de entrenar y que me enseñaran las notas todos los meses que eso era lo importante, también repatía los minutos en los partidos y acabaron siendo todos amigos y jugando en equipo ayudando los que más jugaban a los otros y eso que perdimos muchos partidos, pero lo importante es que se hiciron grupo y que hoy todos se acuerdan de ellos.
    Así que los padres y entrenadores deberían aplicarse el cuento y ver lo que verdaderamente es importante si el ganar partido o el formarlos, un saludo
    ¡Coñó me enrollé!

  • el 26/04/2010 a las 22:01
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    Enhorabuena a esta madre que tiene tan claro lo que ella espera que su hijo reciba, de su dedicación a la práctica de un deporte. Lamentable, muy lamentable que esté ocurriendo, en competiciones de base, lo que ella cuenta, aunque considero que también es deplorable que esté pasando a cualquier nivel de esas competiciones. En el último post de mi blog, en uno de sus párrafos, digo que «la competición deportiva, a determinados niveles, se ha convertido en un negocio y, a muchos jugadores, por desgracia, se les inculca excesiva agresividad y aquello de «al enemigo, ni agua…»». Está claro que me quedé corta y que resulta preocupante que la denuncia que esta señora hace, confirme una situación que se hace extensiva a los más jóvenes, niños incluso. Desde mi modesto punto de vista, el deporte puro, por definición, debe y tiene que ser la antítesis de lo que estamos constatando.
    A ver si, entre todos: madres, padres, entrenadores, directivos, medios de comunicación especializada y aficionados, reflexionamos sobre lo nefasto de estas conductas y hacemos que esto mejore y se convierta en la escuela de valores que el deporte SIEMPRE debe ser y NUNCA puede dejar de serlo.

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