Miembros de la Policía Nacional detuvieron en las pasadas fiestas del Carnaval en Santa Cruz de Tenerife a un total de 32 personas. La mitad de ellas están acusadas por delitos de lesiones, es decir, por agredir a otros ciudadanos en el transcurso de peleas y reyertas diversas.

El cuerpo de seguridad del Estado informó ayer sobre la denominada operación Neptuno, desarrollada para garantizar la seguridad de los participantes en los diferentes actos organizados por el Ayuntamiento de la capital tinerfeña.

Cuatro de los arrestados fueron trasladados a los calabozos al constarles algún tipo de reclamación judicial en vigor. Tres individuos fueron apresados por funcionarios de la Policía Nacional como presuntos autores de otros tantos robos con violencia e intimidación. Dicho cuerpo interceptó a dos personas por otros tantos delitos de hurto. Dos personas fueron acusadas de delitos contra el orden público, resistencia y desobediencia a la autoridad. Y otras tantas quedaron arrestadas por quebrantar medidas cautelares de juzgados.

La Comisaría Provincial informó ayer de que 382 ciudadanos fueron denunciados y sancionados por tenencia y consumo de drogas en la vía pública.

Los agentes intervinieron armas prohibidas a cinco personas, mientras que siete personas fueron trasladadas a dependencias policiales para poder identificarlas, ya que se hallaban indocumentadas. Según la Policía Nacional, en comparación con años anteriores, el cuerpo de seguridad destaca el comportamiento cívico de los asistentes a las mencionadas fiestas.

Los mandos decidieron reforzar con más agentes las unidades de radiopatrullas (Grupo de Atención al Ciudadano), Unidad de Intervención y Prevención (UIP), Unidad de Prevención y Reacción (UPR), unidad de helicópteros, Brigada Móvil-Policía en el transporte, así como los efectivos de paisano con personal de las comisarías de Distrito, Policía Judicial, Información y Extranjería.