A partir del lunes y hasta el día 11 se celebrará en la Audiencia Provincial el juicio en el que un Jurado determinará la culpabilidad o no de la pareja formada por F.P.A., conocido como "El Carbonero", y C.H.H., acusados de matar con un machete a un vecino de la localidad palmera de Fuencaliente.

En principio, la Fiscalía solicita 22 años de cárcel para cada uno de ellos y que paguen 150.000 euros al hijo del fallecido. El Ministerio Fiscal ha dejado libre de sospecha a C.R.C.H., acusada en un principio de encubrimiento y que es hija de los imputados. El crimen se llevó a cabo en la madrugada del 10 de octubre de 2015 y tuvo gran trascendencia pública hasta el punto de aparecer en los medios de comunicación de todo el país.

La víctima se llamaba C. M., tenía 57 años e integró la Legión Española. Desde un principio se barajó la hipótesis de que la muerte podía deberse a un ajuste de cuentas. Las detenciones se llevaron a cabo con rapidez y tuvieron lugar apenas tres días después de lo ocurrido.

Los acusados, en un primer momento, no aportaron móviles razonables que fueran considerados sólidos por parte de los investigadores, como que todo se debía a una disputa porque la víctima les había robado una motosierra. En aquellos momentos quien era conocido como Candidito trabajaba para el ayuntamiento de Fuencaliente de peón agrícola, a través de determinados convenios.

La Fiscalía da por probado que aquel 10 de octubre los acusados se dirigieron al domicilio de la víctima y más concretamente a la parte de la finca en la que había construido una habitación, donde a su vez se podía encontrar una tienda de campaña en la que dormía el fallecido.

El Ministerio Público cree contrastado que, en un principio, ambos tenían la intención de acabar con la vida del vecino y por ello de forma sorpresiva y con escasa o nula capacidad de reacción por parte de este, fue atacado con un machete de más de 30 centímetros de hoja y un cuchillo de 14 centímetros. Con las armas asestaron a la víctima gran número de golpes y 17 puñaladas en diversas partes del cuerpo que le provocaron la muerte. En la cabeza le ocasionaron ocho heridas que le seccionaron el cuero cabelludo y huesos, alguna de ellas mortal de necesidad. En la extremidad superior izquierda causaron una inciso penetrante de cinco centímetros de largo y 2,5 de ancho, una más de seis centímetros y una más de trece, así como en los dedos.

La Fiscalía sostendrá que los encausados provocaron la muerte de forma brutal por destrucción de centros vitales, ocasionándole sufrimiento psíquico y físico. Los imputados se encuentran en prisión provisional, comunicada y sin fianza desde que fueron detenidos hace ya casi tres años.