Puerto Rico espera hoy que la llegada de la ayuda exterior desde Estados Unidos contribuya a mejorar la situación en la isla, tres días después de que el huracán María, de categoría 5, devastara completamente, de sur a norte, su territorio.

El Gobierno que lidera Ricardo Rosselló, que aún trabaja para organizarse, se esfuerza por echar a andar el país, que no se espera que recobre completamente el servicio eléctrico y de agua hasta dentro de meses.

El temor al posible desabastecimiento, principalmente de alimentos, fue disipado después de que el vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (Mida), Manuel Reyes, señalara que en Puerto Rico hay suministros suficientes para atender a la población hasta que llegue la ayuda exterior.

A pesar de las palabras de Reyes, alcaldes mostraron su preocupación ante la posible falta de víveres, dado que el número de personas que permanecen en refugios se eleva a cerca de 15.000.

El combustible es uno de los bienes más preciados en estos momentos y hay sensación de que empieza a escasear, lo que provocó aglomeraciones de vehículos en las pocas gasolineras que han comenzado a operar.

Efe pudo comprobar hoy cómo en las gasolineras de las principales vías de San Juan se formaron largas filas de vehículos para repostar, lo que provocó que las agencias de seguridad tomaran las estaciones con agentes que portaban armas largas para evitar desórdenes.

Aunque no se puede hablar de problemas serios de pillaje, sí se ha informado de casos de asaltos a establecimientos en muchas partes de la isla, en especial en el área este y la capital.

Rosselló anunció hoy que el toque de queda, de 7 de la mañana a 5 de la tarde, se prolongará de forma indefinida, una medida tomada para garantizar el orden.

El secretario de Estado, Luis Gerardo Marín, dijo que espera que el próximo martes un 80 % de la distribución de combustible este operativa, lo que supondrá una gran ayuda para restablecer la normalidad.

Rosselló dijo hoy que no hay falta de combustible y que no habrá desabastecimiento de alimentos, en un mensaje de tranquilidad al país.

El paso del huracán María provocó en la isla la muerte de, al menos, siete personas, según cifras oficiales del Gobierno, aunque fuentes municipales sitúan la cifra en más de 12.

En cuanto a la situación del suministro energético, el director de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Ricardo Ramos, informó de que la totalidad de la isla sigue sin servicio de electricidad.

El directivo apuntó que funcionarios y expertos de la AEE ya han comenzado las reparaciones y que la prioridad es restablecer el servicio a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), el Departamento de Recursos Naturales, industriales y refugios.

El 85 % de las comunicaciones telefónicas están cortadas y las empresas que operan en la isla trabajan en conjunto para restablecer el servicio con la mayor prontitud posible.

En cuanto a las comunicaciones aéreas, actualmente el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín de San Juan opera de forma limitada con vuelos que enlazan la isla con Estados Unidos, aunque el lunes está previsto que comiencen los vuelos transoceánicos.

El Aeropuerto de las Merceditas de Ponce (costa sur) trabaja para su apertura.

El presidente ejecutivo de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Elí Díaz, alertó sobre la posibilidad de efectuar descargas preventivas de agua en la presa de Toa Vaca, al sur, debido a sus altos niveles de agua tras el paso del huracán.

De esta manera, detalló en un comunicado de prensa la AAA, se podría mantener "el embalse en su nivel de seguridad".

A pesar de la falta de combustible, alimentos y agua, el paso del huracán María por la isla la madrugada del miércoles generó un sentimiento de solidaridad entre vecinos y personas que han tratado de ayudarse.

La situación no se ha normalizado todavía y los problemas continúan, con municipios incomunicados como el de Morovis, tres días después del paso del huracán.

Los daños son incalculables y el Gobierno no ha dado todavía una cifra, ni siquiera aproximada, entre otros motivos porque aún no se ha contactado con las áreas más remotas.

Aunque toda la isla fue devastada por el huracán, para algunos el más destructivo de la historia, María se ensañó con especial virulencia con las pequeñas islas municipio de Vieques y Culebra, a unos 30 kilómetros de la costa este de la principal, que quedaron destrozadas.

La llegada de ayuda desde EEUU se espera que sirva para dar tranquilidad a la población, que sufrió las consecuencia María cuando todavía no se había repuesto de los efectos del huracán Irma hace poco más de dos semanas.