Seis de los ocho peritos que declararon ayer en la tercera sesión del juicio por irregularidades en la construcción de El Trompo, en La Orotava, aseguraron, a preguntas de la fiscal y de la acusación, que el centro comercial se empezó a edificar en 2001 sobre suelo rústico potencialmente productivo. Ninguno de los peritos respaldó la tesis de que la parcela podría considerarse urbana o urbanizable por efecto de las obras colindantes o la obligación de ejecutar vías por "cooperación interadministrativa".

Para los técnicos, el único instrumento de planeamiento válido era el PGO vigente en aquel momento, el de 1990, y ahí ningún perito de los consultados planteó dudas: la obra de El Trompo se inició en suelo rústico, donde "solo cabía la construcción de un cuarto de aperos o una instalación de uso agrario de menos de 50 metros cuadrados", según reconoció el arquitecto municipal del Ayuntamiento de La Orotava.

El arquitecto técnico de disciplina urbanística del Consistorio villero, Melecio Tamajón, explicó ayer que en noviembre de 2001 visitó la obra y, al contrario de lo que dijeron los policías locales que emitieron el primer informe sobre los trabajos, "allí no se estaba edificando una nave industrial". Este técnico dio por buena la versión del ingeniero de caminos responsable en aquel momento de la obra, que le aseguró que la gran plataforma sobre pilares que se estaba construyendo tenía el objetivo de dar estabilidad al muro de contención de la vía superior, "de unos 12 metros de altura".

El arquitecto del Consistorio villero y jefe de la Oficina Técnica, Fernando Hernández, recalcó que nunca se puede usar un avance del planeamiento para justificar una obra y que sólo tiene validez "el PGO que esté en vigor". Este técnico también contradijo uno de los principales argumento de la defensa del secretario municipal, al asegurar que "la cooperación interadministrativa es vinculante y obligatoria, pero tiene que existir un planeamiento que la formalice".

Otro perito judicial añadió que ningún convenio puede alterar automáticamente un PGO: "Es sólo un acuerdo de voluntades, no un instrumento de planeamiento".

Los redactores del PGO de 2004, Argeo Semán y Jesús Romero, también declararon ante el tribunal que El Trompo se empezó a construir sobre suelo rústico. Semán añadió que el tipo de suelo se cambió en la revisión del PGO "no por indicaciones políticas, sino por coherencia urbanística".

Emilio La Roche, arquitecto técnico del Consistorio de La Orotava, dijo que cuando emitió el informe sobre la licencia de legalización había argumentos técnicos para denegarla en un posterior informe jurídico. Además, indicó que "desde Urbanismo" se le solicitó un segundo informe con la simulación de lo que ocurriría si estuviera en vigor la revisión del PGO de 2004 y no el plan de 1990, que era el de aplicación en su único informe con validez jurídica.

El arquitecto Jesús Flores detalló que el proyecto de ejecución del edificio de El Trompo fue visado el 12 de junio de 2002, pese a que las obras habrían comenzado en 2001.

La cuarta sesión del juicio será hoy, a las 9:30 horas, en el Palacio de Justicia de La Laguna. Están citados varios testigos y otros peritos. Además, está previsto que se presenten informes y que se inicien las conclusiones. La quinta y última sesión, reservada para las conclusiones finales, será el lunes 27 a las 9:30 horas.

Una duda de entre 2.137 y 1.839 metros cuadrados

La abogada de Ambrosio Jiménez mantuvo una discusión con el perito judicial que cifró en 2.137 metros cuadrados la superficie de El Trompo que en la actualidad aún incumpliría el vigente Plan General de Ordenación. Este exceso en la edificación, que sólo se ha medido sobre planos, "podría reducirse en unos 298 metros cuadrados" por discrepancias en las mediciones, según admitió el propio perito. Los metros cuadrados que incumplen el PGO, y corren riesgo de demolición, podrían reducirse a 1.839.