"Todo alrededor de Hawking es diferente, extraño. Hasta el tiempo va distinto y hay que esperar dos horas por él". El director del Festival Starmus, Garik Israelian, sintetizó ayer de esa forma lo que rodea al célebre físico británico y la singularidad de una mañana de espera en la Casa del Vino, en El Sauzal, punto elegido para dar el pistoletazo de salida hacia la tercera edición del Festival Starmus -que tendrá lugar el próximo verano en la Isla- y en la que los medios aguardaron dos horas bajo un sol intenso.

Problemas para su traslado llevaron a que la llegada de Stephen Hawking se produjese pasadas las dos de la tarde, a bordo de un microbús. Garik Israelian; el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, y el viceconsejero de Turismo del Gobierno de Canarias, Cristóbal de la Rosa, fueron al encuentro de un científico que, en la posterior rueda de prensa, apuntó que Starmus permite "desplegar la inspiración".

Según Israelian, el objetivo es que el nuevo festival sea "diferente" y algo que "no se espera". No en vano, añadió que Hawking -al que calificó como "el hijo de Albert Einstein"- está contribuyendo a la configuración del programa y a la promoción del acto, cuya presentación ayer en el Norte fue tan o más peculiar que la posterior asistencia de Hawking al rodaje de Bourne. Y es que no solo contó con la larga espera bajo el sol, sino con un enclave pintoresco ("hemos querido hacerlo en este lugar porque el vino ha sido siempre un elemento que nos ha unido", afirmó Alonso), una legión de medios, una niña que esperaba para entregarle un dibujo y, sobre todo, la coincidencia con una boda.

"Congratulations!", le dijo el físico a la pareja de novios a la que se encontró tras descubrir una placa conmemorativa de su visita. Hasta se fotografió con ellos. Una coincidencia que conecta con otro enamoramiento: el suyo de la Isla y de Canarias. No es cuestión solo de que se conoce que su estancia anterior en Tenerife fue satisfactoria, sino de que ayer llegó a expresar en su breve intervención en inglés que "el cielo estrellado de Canarias tiene un poder infinito para inspirar a cualquier ser humano". Quizá también ayuden palabras como las de Cristóbal de la Rosa: "Esta es su casa; venga cuando usted quiera; aquí lo vamos a atender bien; venga todas las veces que quiera".