La entrada de inmigrantes irregulares en patera creció el año pasado en Canarias un 13,3%, al pasar de los 173 que se registraron en 2012 a los 196 que se contabilizaron el año pasado, según datos del Ministerio de Interior.

La llegada de inmigrantes de forma irregular a las costas españolas bajó en 2013 un 15%, si bien la presión migratoria en la fronteras de Ceuta y Melilla aumentó casi un 50% respecto a 2012.

Según informa el Ministerio del Interior, por las costas españolas entraron el pasado año 3.237 inmigrantes, un 90% de reducción respecto al año 2006, en la denominada crisis de los cayucos, cuando se registró el pico más alto con 39.180 personas.

Pese a este descenso, la presión migratoria sigue focalizada en las dos ciudades autónomas, donde las fuerzas de seguridad detectaron la entrada de 4.235 inmigrantes irregulares, un 49% más que los 2.841 que lo hicieron en 2012.

Interior destaca que a pesar de este aumento, respecto a 2005 cuando fue la crisis de la valla, la entrada por Ceuta y Melilla descendió un 24%, ya que aquel año llegaron a ambos territorios 5.566 inmigrantes.

Si se suman las personas interceptadas tanto en las costas como en las dos ciudades autónomas (un total de 7.472), la diferencia interanual sería de un 12,4% de aumento sobre los 6.645 de 2012.

El pasado año alcanzaron las costas de la península y Baleares 3.041 inmigrantes de forma irregular frente a los 3.631 que lo hicieron el ejercicio anterior, es decir, 590 personas menos, lo que representa una reducción del 16,3%.

Frente a este descenso, Canarias cerró 2013 con un ligero aumento del 13,3%, con 196 inmigrantes respecto a los 173 que a bordo de embarcaciones llegaron al Archipiélago un año antes.

Con todo, para el Ministerio esta leve subida no altera la tendencia decreciente en las islas. De hecho, la cifra se ha desplomado un 99,4% con respecto a 2006 cuando llegaron a Canarias 31.678.

Interior repatrió el pasado año a 23.889 inmigrantes irregulares frente a las 26.457 practicadas en 2012 (un 10% menos).