El presidente de Francia, François Hollande, ha anunciado este martes que el Gobierno francés llevará a cabo recortes por importe de 50.000 millones de euros entre 2015 y 2017, que equivale a un 4% del total, aunque ha defendido que es posible conseguir este ahorro en las cuentas públicas manteniendo al mismo tiempo el modelo social.

En rueda de prensa, Hollande aseguró que es necesario recortar el gasto público para reducir los déficits o bajar los impuestos. En este sentido, recalcó que ya ha sido controlado en 2013 y que en 2014 se reducirá en 15.000 millones de euros.

Para llevar a cabo este recorte inédito entre 2015 y 2017 el Gobierno francés va a constituir un "consejo estratégico del gasto" que se reunirá cada mes para evaluar las políticas públicas. "El Estado dará ejemplo en la reducción del gasto público", remarcó.

Por otro lado, Hollande remarcó que, tras una crisis "profunda y prolongada", desde hace seis meses el desempleo juvenil desciende y se han estabilizado las cifras de paro. Pese a esta nueva tendencia que comienza a esbozarse, aún no se ha "ganado la batalla del empleo".

Por ello, Hollande ha defendió que si Francia quiere mantener el control de su destino debe recobrar su fortaleza económica, para lo que debe ir "más rápido, más lejos y acelerar y profundizar" en su proceso de recuperación.

En ese sentido, recordó que propuso un pacto de responsabilidad que plantea aliviar la carga fiscal soportada por las empresas a cambio de aumentar la contratación. "Ha llegado el momento de resolver el principal problema de Francia producir: más y mejor. Actuar sobre la oferta. Oferta crea demanda", incidió.

Para ello, se ha marcado el objetivo de acabar para 2017 con las contribuciones familiares tanto para las empresas como para los autónomos, que suponen una carga fiscal de 30.000 millones de euros.