Miembros de la Guardia Civil investigan un robo al descuido ocurrido en un bar del municipio de Arafo, donde el autor o los autores consiguieron un botín de 40.000 euros.

Los hechos ocurrieron cuando un cliente de dicho establecimiento, que está situado junto a una carretera de dicha localidad, comía con unos amigos y puso una bolsa de bandolera en una silla que estaba a su lado y junto a una pared del local.

Supuestamente, el empresario llevaba esa importante cantidad de dinero en la bolsa de tela para realizar diversos pagos con posterioridad.

Según consta en la denuncia interpuesta ante el puesto del Instituto Armado en Güímar, tras pagar la cuenta de la comida, el constructor abandonó el citado establecimiento.

En su declaración ante los agentes de la Benemérita, el afectado explicó que, tras salir él y sus acompañantes, vio que el bar cerró sus puertas.

Más tarde, al ir a efectuar los pagos citados, la víctima del hurto detectó que no portaba la bolsa de tela donde tenía el dinero. Entonces, el denunciante decidió regresar al establecimiento de hostelería, pero ya estaba completamente cerrado.

Al día siguiente, acudió otra vez al mismo local y esperó a que llegara el primer empleado para que abriera el negocio.

Según refirió el empresario a los agentes de la Guardia Civil, ese trabajador le dijo supuestamente, antes de abrir las puertas: "Aquí dentro no hay nada".

Y, al llegar al lugar donde se había sentado la tarde anterior, pudo confirmar que no estaba el bolso con la mencionada cantidad de dinero.

Supuestamente, al abandonar el local, este fue cerrado por el propietario y en el interior únicamente se quedaron tres trabajadores y el dueño del negocio, a tenor de los datos recabados por los miembros del Instituto Armado en el escrito interpuesto por el denunciante.

Debido a las características del caso, las pesquisas fueron asumidas por el Equipo de Investigación de la Guardia Civil del puesto de Güímar.

Estos funcionarios realizan las gestiones oportunas para intentar determinar quién o quiénes cometieron la sustracción al descuido.

Estudian todas las hipótesis posibles

Los miembros del Equipo de Investigación de la Guardia Civil del puesto principal de Güímar no descartan ninguna hipótesis sobre la sustracción al descuido de la bolsa con la importante cantidad de dinero.

De hecho, los agentes han recogido los testimonios tanto de los acompañantes del empresario como del propietario del bar y los empleados, con el objetivo de recabar datos que permitan identificar, localizar y arrestar a los autores de este curioso hurto.

El constructor y sus acompañantes entraron en el establecimiento de hostelería a las 15:30 horas aproximadamente y, al terminar de comer, abandonaron el local.

Los 40.000 euros estaban fraccionados en billetes de diverso valor.

La denuncia por la sustracción al descuido fue interpuesta el pasado 7 de septiembre, es decir, el día posterior a que la víctima dejara la bolsa en el bar, según consta en el documento.

Durante los últimos años, las estadísticas de hurtos en Canarias han experimentado un crecimiento considerable y, suponen, con diferencia, los delitos contra el patrimonio más numerosos, a tenor de las denuncias recogidas por las fuerzas de seguridad. Generalmente, muchos de ellos no sobrepasan los 400 euros, con lo cual el autor o autores no llegan al nivel mínimo para considerarlo un delito. Pero en este caso, esa cantidad se ha superado con creces.