La Confederación General del Trabajo (CGT) califica la situación de la extrabajadora de UGT Miriam Pérez, en huelga de hambre desde hace 22 días, de “extrema gravedad” después de que haya decidido dejar de ingerir líquidos. Esta activista solicitó su readmisión después de ser despedida en un ERE ejecutado por el sindicato. Desde ese momento, Miriam Pérez ha tratado de iniciar una negociación con el secretario general de UGT en Canarias, Gustavo Santana, que, según afirman, "se ha negado en todo momento a sentarse con ella o a iniciar un diálogo". Por contra, la CGT indica que "la única acción llevada a cabo por esa organización sindical respecto a su caso ha sido la de llamar a la policía para intentar desalojarla".

La CGT ha mostrado su su preocupación "por esta compañera, ya que sin la ingesta de agua y medicación, su vida está seriamente comprometida. Esta organización sindical teme un desenlace fatal en cuestión de horas si UGT no inicia cuanto antes una negociación con ella".
La Confederación en Tenerife lamenta que UGT, "que dice defender y luchar por la clase trabajadora, permita que una afiliada de su sindicato pueda sufrir daños irreversibles por la prolongada huelga de hambre, que si nadie lo evita podría desembocar en su muerte".