SI CUALQUIER persona física, o alguna institución, quieren hacer un favor a la cultura, promover el conocimiento, dar facilidades a los estudiantes para que usen sus instalaciones, hacer un favor al pueblo, que ofrezcan ayuda a la biblioteca municipal del Puerto de la Cruz.

Me refiero a empresas privadas e instituciones que quieran a esta ciudad. El municipio cuenta con un edificio de cuatro plantas, precioso, obra del arquitecto tinerfeño Carlos Schwartz, totalmente terminado, con dotación bibliográfica importante; pero no hay dinero para las estanterías, ni para las mesas y las sillas; para un mobiliario decente.

El antiguo edificio de los juzgados, en el centro del Puerto, fue acondicionado como biblioteca. Carlos Schwartz hizo un trabajo espléndido en un edificio que no merece estar cerrado, sino abierto incluso a tantos y tantos turistas que deseen aprender español a través de los libros.

Nos consta que tanto el alcalde portuense, Marcos Brito, como la concejal de Cultura, Verónica Rodríguez, hacen lo imposible por conseguir 100.000 euros para la adquisición del mobiliario. Pero hasta ahora, nada.

Apelamos a empresas como el Loro Parque o a instituciones como el Consorcio del Puerto de la Cruz para que colaboren en la tarea de poner en marcha la biblioteca. Es una pena ver cerrado y vallado ese edificio, al que los incívicos, golfos, gamberros y destructores de todo ya han roto uno de los carísimos cristales de la fachada. No hay derecho.

Hemos dejado a un lado todo lo que signifique cultura. Esta biblioteca municipal puede convertirse en un orgullo para la ciudad tan solo con un empujoncito económico. El Ayuntamiento no puede. Así que habrá que buscar ayudas en el sector privado. Todo lo que se invierta en cultura es rentable. Háganme caso, colaboren y se sentirán satisfechos de haber contribuido a engrandecer humanísticamente a una ciudad que necesita de tantas cosas para seguir honrando a su espléndido pasado.

Esta puede ser -de hecho lo es- una llamada angustiosa, porque pasan los meses y todo sigue igual. Que no cunda el desánimo, pero que las ayudas lleguen más pronto que tarde. El Puerto de la Cruz merece esta biblioteca, que surgió a iniciativa de la corporación anterior y cuya puesta en funcionamiento tiene que ser rematada por el actual Ayuntamiento, con los apoyos que sean.