El XXI Congreso Internacional Diálogo Fe-Cultura, que está teniendo lugar en el Seminario Diocesano de La Laguna, coorganizado por la Universidad de La Laguna (ULL) y el Instituto Superior de Teología de Canarias (Istic), celebró ayer otras dos mesas de ponencias, en este caso en torno a "La crisis en sus consecuencias" y "La crisis en sus soluciones". El acto fue presentado por el periodista Juan Hernández.

La primera mesa estuvo coordinada por la decana de la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna, Olga María Alegre, y en ella participaron el magistrado juez del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, Juan Ignacio Moreno, y el director gerente de la Fundación Empresa de la ULL, Sergio Alonso, así como la consejera del Instituto Insular de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) del Cabildo de Tenerife, Margarita Pena.

Las distintas ponencias fueron: "Las consecuencias políticas y jurídicas de la crisis actual", impartida por Juan Ignacio Moreno; "Las consecuencias sociales de la crisis", expuesta por Sergio Alonso, y "La familia y la crisis: heridas en los niños y los mayores", de Margarita Pena.

Sin duda, como se señaló repetidas veces durante la celebración de esta mesa en la tarde ayer, "la persona es la más golpeada en esta crisis, iniciada por el mundo de la economía, pero que ha acabado derribando a la persona".

Así, se insistió en que las consecuencias económicas, políticas, sociales, jurídicas y de todo tipo de ámbito inmerso en la crisis, han derribado a la persona y que "es a ella a la persona y su círculo a la que sigue afectando".

Heridas difíciles de curar

De esta manera, los especialistas reunidos en la tarde de ayer en el Instituto Superior de Teología de Canarias (Istic) coincidieron también durante el encuentro en que todavía no sólo no se sabe "cuándo se saldrá de este crisis, sino lo que es peor las consecuencias directas que tendrá definitivamente sobre la población", y ocasionando "heridas en la persona y la familia, muy difíciles de curar".

En este sentido, al igual que lo hicieron en las otras dos sesiones los economistas, políticos, teólogos, sociólogos y demás que participaron en ellas, los ponentes ofrecieron como una urgente necesidad "el sentarse todos los frentes que participan en la solución de esta crisis, así como representantes de los ámbitos sociales afectados y prevenir soluciones hacia aquellas consecuencias que hoy se desconocen, pero se podrán dar como son las de ámbitos familiar, desestructuración completa del núcleo y hogar, de convivencia, psicológicas, a la par de las económicas y de ámbito financiero", apostillaron los participantes.