Miles de canarios se manifestaron ayer en las capitales de Lanzarote y Fuerteventura contra los sondeos petrolíferos aprobados por el Gobierno en aguas próximas a esas islas, por entender que ponen en peligro el medio ambiente y el turismo, sector primordial de sus economías. A falta de datos a nivel autonómico, en la provincia de Las Palmas salieron a la calle 50.000 personas, según datos de los organizadores, cifra que contrasta con los 13.500 contabilizados por la Delegación del Gobierno en Canarias, que hizo constar que se trataba de datos de la Policía Nacional. Desde la referida institución se aseguró que en las siete manifestaciones de las capitales insulares se registró una suma total de 16.400 participantes, siendo la más numerosa la de Lanzarote.

En Arrecife, más de 20.000 personas acudieron a la protesta, según la Policía Local -9.000 según comunicó la Subdelegación del Gobierno en la provincia tinerfeña- y en Puerto del Rosario (Fuerteventura) superaron las 15.000, según sus organizadores, frente a los 3.000 que cuantificó la Subdelegación del Gobierno.

La manifestación en Las Palmas de Gran Canaria, que también estaba convocada a las 19:00 horas, al igual que las otras dos, partió del parque de Santa Catalina y sus organizadores calcularon que fue seguida por cerca de 15.000 personas -1.500 según la Subdelegación del Gobierno- que llenaron las calles comprendidas entre Luis Morote y las proximidades de La Cicer, en el paseo de Las Canteras.

A la cabeza de la marcha de Puerto del Rosario, que abría una pancarta en la que se leía "Canarias dice no a Repsol" y "Fuerteventura dice no a las petroleras y sí a las renovables", figuraban el presidente del Cabildo de la isla, Mario Cabrera (CC), y el vicepresidente del Gobierno canario, el socialista José Miguel Pérez, entre otros miembros del Ejecutivo regional.

En Lanzarote, entre las numerosas pancartas que portaban los manifestantes se pedía la dimisión del ministro canario de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, al que también decían: "Soria entiende Canarias no se vende".

Entre sus asistentes, figuraban el presidente del Cabildo de la isla, la viuda del nobel de Literatura José Saramago, Pilar del Río, y miembros de la Fundación César Manrique y, entre otros alcaldes, los de Arrecife, Manuel Fajardo (CC), y de Haría, José Torres Stinga (CC)

La manifestación de Puerto del Rosario partió de la plaza situada junto al Cabildo, tras la lectura de un manifiesto y un espectáculo de danza y música alusivo a la limpieza de los mares, recorrió la avenida Marítima de la capital, para regresar de nuevo a la plaza.

Las protestas se extendieron a todas las islas. En Tenerife, su capital concentró a las 17:00 horas a más de mil personas ante la sede de la Subdelegación del Gobierno de España, y las capitales de La Gomera y de El Hierro, pasado el mediodía, reunieron a más de un centenar, que clamaron: "A Soria y Repsol, Canarias dice no".

El rechazo a las prospecciones también tuvo eco fuera de las islas, pues decenas de ciudadanos canarios residentes en Madrid secundaron por la mañana una concentración convocada por Ecologistas en Acción ante la sede del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y en Barcelona un centenar de personas recorrieron sus calles por la tarde.

Declaraciones del PP

La portavoz del Grupo Popular en el Parlamento de Canarias, Australia Navarro, pidió a Paulino Rivero que reflexione tras constatar que los canarios le dieron ayer la espalda. "El fracaso de las convocatorias ha sido un varapalo que los isleños han dado a la estrategia de confrontación con el Gobierno de España diseñada por el presidente del Gobierno de Canarias y avalada por Coalición Canaria y el PSOE", señaló la diputada popular.

La portavoz del PP advirtió a los socialistas que lo sucedido ayer es un aviso de la madurez del pueblo canario, que no está dispuesto a dejarse engañar con falsas estratagemas y que no perdonará a quién irresponsablemente respalde este tipo de actuaciones que solo sirven para generar conflicto social y enmascarar la incapacidad del Gobierno de Canarias para atender los verdaderos problemas que preocupan a los canarios.