El sur de Tenerife es la zona de la provincia de Santa Cruz de Tenerife más "caliente" en cuanto a delitos de menores, según informó el fiscal coordinador de la Fiscalía de Menores provincial, Manuel Campos.

"En Cabo Blanco, en Arona, en zonas de Granadilla, Las Galletas, El Fraile, Guaza, Arona Casco y Costa del Silencio están surgiendo pequeños grupos de menores que delinquen. Del total de los internados en centros de menores, el 60 por ciento es de la zona Sur, aunque la tenemos controlada", señaló.

Uno de los motivos de que se dé esta situación en esta zona de Tenerife "es la densidad de población de diferentes nacionalidades que hay, lo cual provoca conflictos interrelacionales. Un ejemplo de ello es el IES Los Cristianos, donde estudian alumnos de 40 nacionalidades diferentes".

Por ello, la Fiscalía promueve la creación de grupos especializados en menores en los cuerpos de seguridad. La capital tinerfeña cuenta ya con cuatro y La Laguna con otro, aunque el objetivo del Ministerio Público es ampliarlo a más municipios, entre ellos esas zonas "calientes", ya que se logra crear una red de comunicación entre todas las localidades.

Por este motivo, el fiscal coordinador de la Fiscalía de Menores de Santa Cruz de Tenerife, así como otros miembros de esta sección, participaron en un curso sobre menores para policías locales, organizado por la Academia Canaria de Seguridad.

Bajo el título "Diligencias y atestados", un total de 38 policías locales del Sur de Tenerife mejoran, desde el pasado 12 de diciembre, su actuación en casos de siniestralidad laboral y juicios rápidos, materia que se imparte hasta el jueves, así como en servicios relacionados con menores, asunto que ocupó el primer bloque temático.

Y es que la labor de los cuerpos de seguridad se ha convertido en un factor fundamental para mitigar la comisión de delitos por parte de los menores.

En este sentido, Manuel Campos destacó la labor de todos los funcionarios públicos que participan en servicios de menores, en especial la de los miembros de la Policía Autonómica, "que han realizado un excelente trabajo en esta área, en especial en la búsqueda de menores fugados", concluyó el fiscal.

redes sociales

Más delitos tecnológicos

Frente al descenso en los delitos con violencia, Manuel Campos destacó que, por contra, se ha producido un incremento en las infracciones relacionadas con los malos tratos hacia familiares en el hogar y aquellos relacionados con las nuevas tecnologías. "Han aumentado los delitos cometidos a través de las redes sociales, como el acoso cibernético y las comunicaciones de amenazas. Cabe destacar que en algunos casos se trata de insultos entre menores sin mayor relevancia propios de adolescentes que tan solo quedan en palabras. El problema ocurre cuando se trata de acciones con tintes sexuales, que son infracciones con mayor importancia, como publicar fotografías o vídeos de menores desnudas", explicó el fiscal, quien destacó que otra acción que se está registrando en los últimos años es "provocar peleas a la salida de los centros de educación para grabarlas y colgarlas en internet". Respecto a este tipo de casos, Campos destacó al albor policial. Pues, "por fortuna, existen muy buenos profesionales de delitos tecnológicos gracias a los cuales cada vez se descubre la ruta del procedimiento con mayor rapidez", dijo.

causas

Perfil del menor infractor

Las causas que provocan que un menor cometa un delito pueden ser múltiples, pero, a juicio de Manuel Campos, "hay dos aspectos claves: la familia, si está cohesionada y estructurada, y la labor educativa de los centros escolares", así como la influencia de los mensajes violentos que se emiten en la televisión. Si esto falla, es muy probable que ese menor pueda llegar a cometer un delito algún día. Pero el problema se agrava si aparecen las drogas, uno de los peores factores. Por ello, la Fiscalía de Menores hace especial hincapié en que los padres vigilen esas cuestiones. En este sentido, Campos recordó que cuando un menor comete una infracción la responsabilidad civil es de los padres, quienes "deberán hacerse cargo del importe económico de la reparación de daño producido. Además, si no tienen dinero, se les puede embargar sus propiedades". Y es que a veces la indiferencia de los progenitores en la educación se mitiga cuando entra en juego el factor económico. "A veces parece que a los padres lo único que les importa es el dinero y lo que les debe doler es el menor y su educación", sentenció Campos.