HOY CELEBRA España el día de su Constitución. De la Constitución española, no canaria, pese a que en ella se diga que estas Islas forman parte del territorio nacional español. Falso de toda falsedad. En Canarias este día es festivo por imposición, no porque los isleños sientan que deben celebrar algo. Son muchísimas las razones que nos impulsan a conseguir la libertad. Razones que hemos enumerado en nuestros comentarios y editoriales. Hoy nos vamos a centrar en el aspecto económico. Para ello, incluimos en este editorial como texto propio, pues lo asumimos íntegramente, un artículo del economista Jorge Dorta, director de Mencey Capital Management.

"NUESTRO complejo de dependencia nos suele llevar a pensar de forma infantil que en caso de peligro España o Europa nos vendrá a salvar. España no puede salvar a nadie, ni tan siquiera a sí misma. El euro se resquebraja y la deuda soberana europea se hunde. Vemos lo que está pasando en Grecia, ¿acaso pensábamos que los fondos de cohesión era dinero regalado a cambio de nada? Grave error.

En Canarias hay prejuicios que suelen distorsionar la percepción de la realidad. El déficit fiscal en Canarias no llega ni al uno por ciento del PIB, difícilmente una cantidad lo suficientemente relevante como para impedir la soberanía económica. Además ese déficit fiscal es falso. Si tan solo la actividad financiera que se genera en Canarias tributase aquí, pasaríamos de tener déficit a tener superávit. En realidad, Canarias es contribuyente neta al Estado. Aportamos unos 5.000 millones de euros anuales más de lo que recibimos, por todos los conceptos: Seguridad Social, impuestos, beneficios de correos, puertos del Estado, AENA y otras sociedades estatales, y transferencias fiscales invisibles por beneficios generados en Canarias por bancos, aseguradoras, constructoras, empresas turísticas, grandes almacenes, distribuidoras y comercializadoras con domicilio fiscal fuera de Canarias. A esto deben añadirse las ventajas que para la economía española representa el reservarse casi en exclusiva el mercado de consumo canario.

LAS subvenciones a la importación no llegan al consumidor porque en Canarias se opera bajo el sistema de mercados cautivos, colusión de la competencia y dumping, todo ello aderezado con jugosos incentivos fiscales. Las subvenciones a la energía en realidad son una subvención a la compañía generadora, que así puede mantener la producción con tecnologías y redes obsoletas. Las subvenciones al transporte ya están computadas en la cifra de déficit. Además, ¿quien hace más uso de esas subvenciones, los canarios o los 300.000 españoles residentes que van a visitar a sus familias?

PESE a que somos contribuyentes netos, el Estado nunca ha respetado siquiera los artículos 95 y 96 del REF que obligan a un nivel mínimo de inversión en Canarias igual, al menos, a la media. Los fondos europeos -unos 400 millones anuales- implican que nos devuelven un 8% de los fondos que nos quita España. En realidad somos nosotros quienes subvencionamos a España, somos su quinto mercado más importante -nos vende unos 11.000 millones de euros todos los años, casi un 30% de nuestro PIB- y somos la segunda comunidad autónoma que más aporta -entre 800 y 1.700 millones todos los años- a la caja única de la Seguridad Social. ¿Quién subvenciona a quién?

NI España ni la Unión Europea van a venir a salvarnos. La legislación española y europea bloquea y frena nuestro desarrollo. Estamos mejor solos y cuanto antes lo asumamos mejor. En el proceso de descolonización no solo nos libraríamos de la carga de la deuda pública española, sino que estarían obligados por el derecho internacional a darnos una compensación por los 600 años de colonialismo. Además nuestro petróleo podría valer unos 250.000 millones de euros es decir, seis veces el PIB canario- pero su impacto económico podría ser el doble o el triple. Podemos tener un futuro brillante y acabar con el paro y la miseria. Lo único que tenemos que hacer es quitarnos de encima a los españoles y a los palanganeros del colonialismo".

PLENA coincidencia, como decíamos al principio, con este economista y auténtico nacionalista. Un patriota que nada tiene que ver con los falsos nacionalistas de CC; un partido que está moribundo. Coalición Canaria está agónica; está acéfala. Solo vemos una posibilidad de que pueda empezar a latir de nuevo: barrer con la morralla política que padece. La morralla de altura y la de base. La de base se puede sostener porque, como exclamaron los castellanos -y aun los moros cautivos- cuando vieron marchar al Cid al exilio por orden de Alfonso VI, ¡Dios, qué buen vasallo si hubiese buen señor! Pero Paulino Rivero, cabeza visible de CC, no es un buen señor político, como tampoco lo es la caudilla Mena. Nos han dicho que estos días la han visto comprando en un centro comercial de Santa Cruz, con el guardaespaldas -porque una primera dama ha de tener guardadas las espaldas- cargando los paquetes. ¿A qué nos recuerda esto? Ah, sí; nos recuerda a doña Carmen Polo de Franco cuando entraba en una joyería, elegía la pieza más cara y pedía que le enviasen la factura al Pardo. Factura que el desdichado joyero no se atrevía a enviar, como es lógico. ¿Pedirá la caudilla de Canarias que le envíen las facturas al palacete de la presidencia del Gobierno, para así juntarlas con las de los vuelos en helicóptero del déspota político que nos gobierna?

EL gran señor que precisa CC es Hilario Rodríguez: un hombre que ha demostrado que es un patriota honrado. Un militante de CC que, junto con solo unos pocos más, es capaz de redimir la enorme traición contra el pueblo cometida por este partido. Hilario Rodríguez ha sido uno de los grandes impulsores del Taller Secundino Delgado; una línea de pensamiento soberanista dentro de CC. Además, Hilario Rodríguez atraería a los patriotas dispersos que están en las Islas. En cambio, Paulino Rivero y su esposa tienen que salir huyendo como lo hicieron los aristócratas de Versalles. Esta pareja, del mejor estilo rumano -y no tenemos nada contra los rumanos, porque todos saben a qué pareja rumana nos estamos refiriendo? es la culpable de la miseria que asola Canarias ?tenemos el mismo porcentaje de paro que la más pobre de las colonias francesas- y también de que CC esté moribunda; de que esté dando los últimos coletazos del pez pescado y fuera del agua. Ellos y sus compinches -Ríos, la quícara Oramas, Melchior, González Ortiz y otros- han propiciado que los nacionalistas hayan perdido más de 50.000 votos en Tenerife y de que hayan desaparecido en Las Palmas. Dimitan y exíliense de una vez porque el pueblo no los quiere.