El pueblo de Cueva Bermeja es un enclave costero de Santa Cruz que se encuentra entre María Jiménez y la Dársena de San Andrés y que pasa desapercibido por tener en su entrada la cementera. Pero la realidad de este enclave se esconde en sus calles, en sus carreteras y en las casas terreras que ocupan dos laderas distintas, una, la más cercana a San Andrés, denominada "la Parte Alta" y la otra, conocida como "la de La Iglesia", frente a la cementera. Mientras que la primera está dotada de más servicios, en general, la segunda carece de buena parte de los que tiene la otra.

Un parque infantil.- En este sentido, la AAVV Islanaga, que denunció las carencias del barrio, reclama para esta parte de la ladera una apuesta decidida por parte del Ayuntamiento para dotar este lado de las infraestructuras necesarias. Sobre ello explican que hace falta para el lugar la construcción de un parque infantil. "No hace falta que sea una gran obra o un espacio muy grande, sino que se lleve a cabo la colocación de varios módulos infantiles para que las madres no se tengan que trasladar a la otra parte de Cueva Bermeja para que sus niños pequeños puedan jugar".

Según el colectivo vecinal, que tiene representación en casi todos los pueblos de la zona de Anaga, la solución a este problema podría venir con la colocación de estos módulos en una de las partes de la plaza de la Iglesia. "En uno de los rincones se podrían poner los módulos infantiles sin problema ninguno, sólo hace falta buena voluntad para que se pueda hacer realidad una demanda vecinal que dura ya bastante tiempo", explicó su presidente, Jesús Arrocha González.

Por otra parte, los propios vecinos del lugar también dan otra alternativa para la colocación de los módulos, justamente en la placita que se creó en la trasera de la Iglesia. En este pequeño espacio, "si retranquean los muros del jardín, se podrían poner los módulos. Al fin y al cabo vea cómo está el jardín, todo lleno de porquería y basura. Esto ya nos ha generado en alguna que otra ocasión problemas con las ratas que vienen a la basura que se acumula. Hay algunos vecinos que tienen que poner en sus puertas tapas para evitar que entren en sus viviendas", dijo.

Molestias a los vecinos.- Reclaman que se habilite un espacio en este entorno para que los jóvenes puedan pasar el tiempo y así "evitar las molestias a todos los vecinos. Muchos de los que vivimos en este entorno sufrimos la escandalera de los jóvenes… Claro, no tienen dónde ir, pero son muy buenos chicos, nunca se meten con nadie. Se dedican a jugar al fútbol en este pequeño espacio o charlar hasta altas horas de la noche y no nos dejan dormir porque se escucha absolutamente todo, a pesar de donde estamos (a mitad de la Calle Paraná)", explicó uno de ellos.

Los vecinos, además, pidieron reforzar las medidas de seguridad en esta placita, ya que "cuando construyeron la trasera de la iglesia y este espacio dejaron al aire los hierros de la estructura. Cuando los chicos se ponen a jugar con un empujón basta para que se puedan lesionar con estos hierros. Son peligrosísimos y ya deberían haberlos quitado o cubierto desde hace ya un tiempo".

Torreta al lado de los vecinos.- Pero una de las grandes reivindicaciones de los vecinos es que se traslade la torreta que se encuentra a pocos metros de la iglesia y de sus casas. En este sentido, la AAVV Islanaga reclama "que se traslade de una vez por todas, ya que durante los últimos 20 años los vecinos han tenido que convivir con una torreta que lo único que genera es miedo y problemas de salud y algún riesgo motivado por la actividad de la misma, a pesar de haberse reforzado. Es por ello por lo que solicitamos el traslado de la torre por motivos de seguridad", reiteró Jesús Arrocha, quien advirtió de que ya envió su petición al propio Ayuntamiento.

En cuanto a la limpieza se refiere, salvando el mantenimiento del jardín antes mencionado, es aceptable. "Estuvieron dormidos hace un tiempo, pero los chicos que están ahora mantienen esto decentemente", apuntó otro de los vecinos del enclave.

No obstante apuntó el riesgo que sufren las personas al final de la calle Río Nilo, ya que "cualquier día toda esta ladera se vendrá abajo. Deberían poner las mallas de seguridad porque puede venir un temporal de lluvia o viento y todas las piedras y rocas se podrían desprender. Deberían hacer un estudio de cómo está la zona para no lamentar en un futuro algún accidente".

Lado con más servicios.- La Parte Alta, en cambio, cuenta con unas calles aceptablemente limpias y cuenta con infraestructuras mínimas para los vecinos. En este sentido, el punto neurálgico es el polideportivo. Allí los jóvenes pasan la tarde haciendo deporte y los mayores pueden sentarse en los bancos que hay en la parte de atrás, justamente donde hay un parque infantil con arena muy bien cuidado.

No obstante, una de las reivindicaciones de las dos partes de Cueva Bermeja es que una guagua de Titsa llegue a sus núcleos. En este sentido, el colectivo vecinal Islanaga explica que "se podría poner una línea con micros para conectar este tipo de caseríos con el centro. Para una persona mayor que coja la guagua es un problema bajar a la parada de guaguas porque está muy lejos y es peligroso. No digamos cuando regresa y tiene que subir las pendientes de uno y otro lado. Quien dice mayores, también habla de madres con niños pequeños, que conste".

Túnel de paso.- Si bien el túnel que une las paradas de guaguas en un sentido u otro está limpio, los imbornales están completamente taponados, "por lo que hace falta que los limpien de la basura y tierra acumulada para evitar las inundaciones de otras épocas", y las rampas de accesos son bastante irregulares y resbaladizas, con lo que se convierten en un auténtico peligro. Arrocha ha solicitado, además, que se ponga protección a la parada en sentido a San Andrés ya que "cualquier día habrá una desgracia porque los coches en esta curva van a toda velocidad". En cambio, para la parada que hay en la entrada del pueblo, la vía de servicio de entrada también a la cementera, el colectivo vecinal pide que se refuercen "los muros que hay detrás de la marquesina, que cualquier día se pueden venir abajo".