El barrio de San Andrés está en pie de guerra y parte de su tejido asociativo no está dispuesto a que pase el tiempo suficiente para que se enfríen los ánimos de los vecinos, que optarán por intentar mostrar su descontento con la situación del entorno y presionar a todas las administraciones competentes para que pasen de las reuniones a los hechos, de una vez por todas.

Treinta años de promesas y de proyectos que se han quedado solo en eso avalan esta postura que defienden colectivos del barrio como la asociación de vecinos El Pescador, la asociación cultural Amautama y la asociación juvenil Ibaute, con la tutela, además, de la Federación de Asociaciones del Litoral Anaguense (FALA).

Sin embargo, los dirigentes vecinales deben, incluso, aplacar los ánimos de aquellos vecinos más afectados por las recientes inundaciones provocadas por las pleamares extraordinariamente altas que ha sufrido el pueblo los últimos tres días y que quieren echarse a la calle desde este mismo domingo. Por lo pronto deben conformarse con que del castillo de San Andrés, seña de identidad del barrio, ya cuelgue una gran pancarta en la que se reclama la escollera y el refugio pesquero.

El vicepresidente de la asociación de vecinos El Pescador, Gabriel Rodríguez, recordó que desde que entró la nueva junta directiva han venido reiterando la necesidad de la construcción de una escollera que proteja al pueblo de los embates del mar e, incluso, llegaron a presentar un proyecto a la Autoridad Portuaria, una propuesta ante la que la Dirección General de Costas siempre fue la administración que más reticente se mostró.

Gabriel Rodríguez remarcó que "si se quieren hacer bien las cosas" hay que pedir permiso a la Subdelegación del Gobierno para poder manifestarse "donde haga falta", frente al ayuntamiento, el Cabildo o el Gobierno de Canarias, por lo que la primera medida de presión podría retrasarse hasta la próxima semana.

En cuanto a la reunión interadministrativa que se celebró ayer para tratar la problemática de San Andrés, Rodríguez se mostró partidario de simultanear los planes de las instituciones con posibles actos de protesta ya que no quieren que los acuerdos que se adopten "caigan en saco roto", como el tiempo les ha demostrado en más de una ocasión.

En similares términos, se postula Goyo Reverón, de la asociación cultural Amautama y miembro de la FALA, quien abogó por aprovechar que el pueblo está ahora especialmente concienciado con las necesidades del barrio para exigir que se cumpla con lo prometido. Además, señaló la necesidad de que el Ayuntamiento de Santa Cruz abra una vía de diálogo directo con los vecinos para que la solución que se dé al pueblo sea consensuada y convenientemente explicada a los habitantes de San Andrés. Por último, subrayó que en el pueblo viven unas 6.000 personas que llevan décadas esperando por una solución y apuntó que otros colectivos como la asociación juvenil Ibaute o los propios pescadores también apoyarán las reivindicaciones que decidan realizarse. Hoy hay prevista una reunión con el ayuntamiento.