El Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) del Cabildo de Tenerife ha denunciado hoy el robo de instrumentación para la vigilancia del volcán Cumbre Vieja, en La Palma, el más activo de Canarias, un acto vandálico que pone en peligro el programa de vigilancia volcánica en la isla.

Según indica el Cabildo de Tenerife en un comunicado, la instrumentación científica robada estaba situada en una de las estaciones geoquímicas que se colocaron de forma permanente en La Palma desde enero de 2000 para la vigilancia del volcán Cumbre Vieja.

Esta estación geoquímica realizaba un registro en modo continuo de la emisión de gases volcánicos no visibles al ojo humano durante los últimos 11 años, en concreto de la emisión difusa de dióxido de carbono (CO2), un importante parámetro para la vigilancia volcánica.

Esta estación geoquímica se localizaba en el flanco noroeste del Pico Birigoyo y su coste económico es de unos 35.000 euros.

La monitorización de la emisión difusa de CO2 en modo continuo -a través de estaciones geoquímicas como la robada en La Palma- como en modo no continuo -a través de campañas científicas periódicas como las que realiza el grupo volcanológico del ITER anualmente en el volcán Cumbre Vieja- son de una gran utilidad para la vigilancia volcánica.

Son varias las razones que sustentan esta importancia y entre ellas destaca la de que los gases son la fuerza motriz de las erupciones volcánicas, pues el CO2 es el segundo componente mayoritario de los gases volcánicos después del vapor de agua.

El dióxido de carbono es muy poco soluble en los fundidos silicitados -magma- favoreciendo que este gas se escape con su facilidad de los sistemas volcánicos en profundidad.

La combinación de todos estos factores hace que las variaciones significativas de emisión difusa del dióxido de carbono en muchos sistemas volcánicos sea una de las primeras señales de alerta temprana sobre cambios de la actividad volcánica.

Para el director del Área de Medio Ambiente del ITER, Nemesio Pérez, este acto vandálico, así como la no renovación del convenio con el Cabildo de La Palma para la vigilancia volcánica de Cumbre Vieja pone en peligro el programa de vigilancia volcánica que el grupo volcanológico del ITER realiza en La Palma.

Pérez hace un llamamiento a los causantes de este daño para que devuelvan esta instrumentación destinada a la vigilancia del volcán Cumbre Vieja, el volcán más activo de Canarias.