A quien no conozca Anaga le podría parecer que sus gentes insisten más allá de lo normal para convencer a los políticos de determinadas actuaciones o que entienden como deferencias municipales lo que, en realidad, les corresponde como vecinos de Santa Cruz. Son, sin embargo, los efectos de una historia en la que se han sentido abandonados por el ayuntamiento, una situación que esperan que se revierta con la llegada del nuevo gobierno municipal. Hoy se mueven entre la esperanza del presente y el enfado al mirar al pasado.

"Hay que estar aquí; por eso hablo como hablo y digo lo que digo", plantea el presidente de la Asociación de Vecinos La Voz del Valle (Taganana), Luján González, quien no quiere que la corporación le conceda a este núcleo "cosas imposibles, sino lo que debe tener cualquier lugar para vivir dignamente". Entre esas demandas, el dirigente vecinal pide que se acaben de arreglar los daños causados por la tormenta de febrero de 2010, pues, aunque reconoce que "se están haciendo algunos trabajos", cree que no es "todo lo que haría falta".

González también hace énfasis en que Taganana necesita mejoras en atención sanitaria, una materia en la que considera que tienen "lo mínimo: un médico que va un par de veces por semana a hacer las consultas", pero indica que carecen, por ejemplo, de un desfibrilador, algo que califica de "esencial". "No tenemos ambulancia y hay que esperar a que suba desde Santa Cruz", agrega.

Tampoco se anda con rodeos la AAVV El Til (Casas de la Cumbre). Su presidente, Fulgencio Ramos, expone que uno de los mayores problemas que tienen los vecinos de esta zona es el funcionamiento del alcantarillado. Otra de sus peticiones gira sobre la mejora de los senderos, que "no se han arreglado en muchísimos años". Además, sostiene que el centro médico está "en mal estado" y que el local social carece de suministros de agua y luz.

Casas de la Cumbre también solicita más luminarias en la zona, especialmente en la plaza, donde solo disponen de tres. "Hemos pedido más de 70 puntos de luz y no se han puesto", se queja Ramos, que añade que el transporte público "se podría mejorar un poco" y que la zona de Anaga está pagando la tasa normal de basura pese a que se acordó que tendrían una exención del 50 por ciento.

"Si le digo algo a lo mejor no me lo va a creer: don Miguel Zerolo no pisó el barrio. ¿Cómo en 16 años no tuvo media hora para visitar estos núcleos y ver los problemas que tenemos?". Son, en este caso, las palabras del presidente de la Asociación de Vecinos San José (Taborno), Teodoro Martín, quien se muestra esperanzado en que se produzca un cambio con la entrada de los actuales dirigentes municipales.

Martín detalla que la zona no tiene alcantarillado, que los accesos a las viviendas no siempre están en buenas condiciones, que tienen un colegio "que se está cayendo a pedazos" como centro social y que el médico solo va una vez al mes a un pequeño consultorio con el que cuenta este núcleo.

También se sitúa en la orilla crítica Fernando Siverio, responsable de la Asociación Emprendedores del Caserío de Los Catalanes, que reivindica que la carretera que lleva a este núcleo se siga hasta La Fortaleza, una promesa incumplida que obliga a los vecinos que viven allí a caminar 45 minutos hasta Los Catalanes.

Desde este núcleo critican, de igual manera, la falta de vallas en el viario, la ausencia de transporte en la zona y una atención sanitaria "algo lenta".

Por su parte, Faustino Rojas, de la Asociación de Vecinos Nube Gris (Roque Negro), sugiere la reparación de los daños causados por la tormenta de febrero de 2010 en muros o caminos. "Lo que están haciendo ahora es necesario, pero hay otras obras mucho más urgentes", subraya. Asimismo, demanda un local social y soluciones para el problema de saneamiento que padece la zona de Las Cuevas.

Paralelamente, el dirigente vecinal reclama mejoras en sanidad, en las carreteras del lugar y en la organización del transporte público, que evite interminables esperas.

En cualquier caso, la mirada al futuro de Rojas no es demasiado optimista: "Si no lo han hecho cuando la situación económica era mejor, ahora es más complicado".

perspectiva

¿Segregación de Anaga?

Tal ha sido la situación de este distrito en las últimas décadas que incluso hay quienes dicen no sentirse identificados como santacruceros. Luján González, presidente de la AAVV La Voz del Valle (Taganana), es uno de los adalides de ese planteamiento. "Los papeles podrán decir lo que sea, pero mucha gente del pueblo dice que no somos chicharreros", subraya. González señala que, lejos de "tener nada" contra los actuales dirigentes, su postura responde "a los años de abandono". "No quiero decir que sintamos un desprestigio cuando nos dicen que somos de Santa Cruz, pero tampoco nos ponemos contentos", prosigue. Además, el presidente vecinal apunta que le tiene "mucho cariño a Santa Cruz como ciudad", pero que es el mismo que le puede tener "a Icod de los Vinos, a Los Realejos o a cualquier otra parte de la Isla". El dirigente afirma que no se sienten integrados en el municipio. "Siempre digo que la mayor desgracia de nuestro pueblo fue perder nuestro ayuntamiento; con eso perdimos toda posibilidad de prosperidad", remarca.