"En la Facultad de Medicina lo que aprendemos son los principios activos y sus usos, no las marcas. Para nosotros es más fácil recetarlos que conocer las decenas de presentaciones que existe de cada uno de ellos, pero no de esta manera que se ha aprobado ahora, deprisa y corriendo y que prima un supuesto ahorro económico antes que todas las garantías sanitarias". Con estas palabras el portavoz del Sindicato de Médicos y miembro de la junta directiva del Colegio Oficial de Médicos de Santa Cruz de Tenerife, Levy Cabrera, rechazaba ayer categóricamente el acuerdo alcanzado hace poco más de una semana por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas para que la seguridad social cubra solo los principios activos y no las marcas.

"El Estado ha permitido durante muchísimo tiempo que los fármacos tuvieran diferentes precios pese a tener el mismo principio activo. Luego trató de priorizar los genéricos -que no son sino fotocopias de un medicamento que ha agotado una década de patente exclusiva-, con el objetivo de abaratar los costes, pero la decisión de prescribir uno u otro la dejó en manos de los médicos que podían seguir recetando lo que consideraran más oportuno para cada paciente", recuerda Cabrera antes de afirmar: "Ahora serán los farmacéuticos los que, con un criterio económico, decidirán qué fármaco dar a cada paciente, porque los médicos solo podremos recetar el principio activo".

Y es que según este portavoz, "se ha tomado una decisión que antepone el ahorro económico a la salud de los pacientes".

En este sentido, explica que los genéricos no son exactamente iguales al fármaco original. "La prueba de bioequivalencia admite hasta un 20% de margen de error respecto al original, además de que no se les exige el ensayo clínico que demuestran su eficacia y seguridad, puesto que entienden que al ser muy parecido a un medicamento que ya ha pasado todos los controles no necesita ningún estudio terapéutico, pero lo cierto es que la cantidad del principio o la velocidad con la que se asimila puede ser variar hasta un 20% y eso es un riesgo", subraya.

Pediatras preocupados

Pero si los médicos dudan de los beneficios de recetar principios activos, los pediatras están aún preocupados por sus consecuencias sobre la salud de los pequeños.

"Me inquietan los criterios por los que se han permitido los medicamentos genéricos, porque pueden ser iguales al original solo en un 80% y encima los estudios de bioequivalencia que se realizan para poder comercializarse se hacen sobre muestras muy pequeñas -un mínimo de 12 y un máximo de 24 personas- y siempre en mayores de 18 y sanos", detalla el neonatólogo del Hospital Universitario de Canarias, Ramos Castro.

Califica de "ligereza" la decisión tomada por "políticos y no médicos ni farmacéuticos" de obligar al consumo de principios activos en lugar de fármacos originales.

"En los niños es un disparate porque los fármacos funcionan completamente diferente en un bebé que en un adulto, pero también un adolescente con las hormonas revolucionadas y, sin embargo, a mí, como médico me obligar a recetarles fármacos que no han sido probados en ellos. Supuestamente es porque no se considera ético realizar test en menores, pero ¿no es menos ético que se le den sustancias sin saber cuál será su reacción?", se cuestiona Castro antes de apostillar: "Estamos de acuerdo en abaratar costes, pero ¿por qué no se ponen todos los principios activos a un mismo precio y ya está?.

principio activo

El ejemplo del omeoprazol

Los médicos creen que si se les obliga a recetar el principio activo se restará calidad de vida a los pacientes. Ejemplo de ello es el protector gástrico omeoprazol. Los laboratorios introdujeron mejoras al original y crearon pantoprazol, lansoprazol, rabeprazol y otros más; con la nueva ley ninguno de ellos se podrá recetar.