El "sí" masivo dado por los marroquíes a la reforma de la Constitución de su país abre la puerta a que en el futuro puedan votar en las elecciones municipales más de 500.000 marroquíes residentes en España, pero antes el Parlamento debería dar el visto bueno al convenio de reciprocidad necesario.

Todo ello obedece a que la nueva Constitución de Marruecos, propuesta por el rey Mohamed VI, incluye un artículo mediante el cual se permite a los extranjeros allí residentes, y, por tanto, a los españoles que vivan en el país, votar en sus elecciones municipales.

De esta manera, se podría aplicar la invitación que España hizo en su día a 120 países para alcanzar acuerdos que permitieran, por un lado, a los emigrantes españoles votar en las elecciones locales de esos países y, por otro, a los inmigrantes de esas naciones hacerlo en los comicios que se celebran en España.

Para que estos convenios puedan culminarse, en un proceso que exige la ratificación parlamentaria, es imprescindible el requisito de reciprocidad y, por ello, hay muchos casos en los que no se pueden llevar a cabo.

Ese era el caso de Marruecos, porque hasta ahora los españoles que residen en el país vecino no tenían derecho a votar allí.

El año pasado, la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso dejó en suspenso la tramitación del convenio entre España y Uruguay sobre el voto en las elecciones locales al considerar que no cumplía los requisitos de reciprocidad.

El mismo problema había surgido anteriormente con el convenio firmado con Argentina, cuya tramitación sigue en suspenso, pese a que son muchos los argentinos asentados en España.

No obstante, y pese a las facilidades dadas para el voto, fueron pocos los no comunitarios de los diez países con los que España sí tiene convenios en vigor que quisieron acudir a las urnas en las elecciones municipales del pasado 22 de mayo.

Estos han sido los primeros comicios en los que inmigrantes no pertenecientes a la Unión Europea (UE) han podido participar en unas elecciones locales en España.

Según datos del Instituto Nacional del Estadística (INE), solo el 13 por ciento de los más de 350.000 extranjeros no comunitarios que tenían derecho al voto cumplieron con el requisito previo de inscripción, esto es, 45.554 residentes.

Por otra parte, el Movimiento 20 de Febrero, que pidió el boicot del proceso de reforma constitucional en Marruecos, organizó ayer su primera protesta nacional después de que el pasado viernes en la consulta popular los votos en favor de la nueva Carta Magna llegasen al 98,50 por ciento de los emitidos.

En Rabat, más de 2.500 personas organizaron una marcha desde la histórica plaza de Bab el Had hacia la sede del Parlamento marroquí y agitaron pancartas contra "el despotismo" y "la corrupción".

"El pueblo rechaza la Constitución de los esclavos", "no a las Constituciones que se elaboran con la ausencia del pueblo", "no al gobernador que roba el dinero público" fueron las principales consignas vitoreadas por los manifestantes.

El miembro del ilegal movimiento islamista Justicia y Caridad Abu Chita Musaid dijo que las protestas de ayer constituyen "un mensaje popular a las propagandas de Marruecos", en referencia a la reforma constitucional. Precisamente, Justicia y Caridad, que forma parte del Movimiento 20 de Febrero, pidió a todas las fuerzas políticas que "inicien un diálogo global sobre la base de un pacto nacional para el cambio".