Vecinos del populoso barrio de La Alegría denunciaron ayer el peligro de derrumbe que presenta una vivienda y cuya situación han denunciado en varias ocasiones a la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Cruz, la primera hace 11 años, un riesgo que se incrementó con la riada de febrero del año pasado.

El inmueble se encuentra situado en la calle Pista Militar, Ladera Alta, número 64, y no cuenta con referencia catastral ninguna, tal y como ratifica un informe realizado por la Sección de Inspección Urbanística municipal, que visitó la casa de dos plantas con motivo de una petición de ayuda, motivada, en un principio, por las lluvias caídas en Santa Cruz en febrero de 2010.

A pesar de que este informe se realizó en mayo del año pasado por este motivo, la situación de peligro del edificio ya se había denunciado reiteradamente tanto por los vecinos colindantes como por la AAVV La Alegría de Anaga.

Ya en marzo de 2000, los vecinos de la vivienda de al lado denunciaron las obras que se estaban realizando en el inmueble y advertían de la posibilidad de "derrumbe" de su casa debido a las mismas, lo que suponía "un peligro" no ya solo para ellos, sino para todos los usuarios de la vía.

Por otra parte, en julio de 2003, se reiteró la denuncia al ayuntamiento por las actuaciones que la propiedad realizaba en los bajos del mismo inmueble y se pidió la paralización de las mismas, sin que en ningún momento desde el área de Urbanismo se tomara medida alguna para evitarlas.

El colmo de males para los vecinos viene cuando el propietario de la casa denunciada pide unas ayudas por una supuesta afección motivada por las intensas lluvias del temporal de febrero del año pasado. Es ahí cuando los técnicos de Urbanismo ponen de manifiesto la necesidad de tomar medidas de protección y seguridad "para que no se vean afectadas las personas y los bienes (en concreto, la instalación de red de seguridad en la fachada y el muro de contención)", con la limpieza de todo el material acumulado en la entrada de la edificación y el vallado en el perímetro de la zona de afección, demandas que recoge en sus conclusiones el informe técnico.

La gota que colma el vaso de los vecinos afectados por la situación del inmueble situado en el número 64 es que el plazo de ejecución dado por los técnicos al propietario de la vivienda es de "veinticuatro horas para adoptar las medidas de seguridad, en concreto, el cerramiento del inmueble".

Lo cierto es que 13 meses después de la emisión del informe el peligro sigue siendo evidente porque el ayuntamiento no ha obligado a ejecutar las obras y el propietario del edificio "no ha hecho absolutamente nada de nada, a pesar de que el consistorio dio un plazo de 24 horas para que la seguridad de los vecinos y viandantes quedara garantizada", explica el vecino colindante a la vivienda.