"Nunca se podrá saber con exactitud cómo ocurrió el accidente". Esta conclusión del informe de la defensa del acusado J.R. fue la más esclarecedora de todas las reconstrucciones que se presentaron ayer durante el juicio del "caso atropello del Mini", y que pretendían aclarar el punto concreto donde tuvo lugar el accidente, la velocidad a la que circulaban los vehículos y el color del semáforo.

"Los informes, incluso el mío, están basados en declaraciones de testigos, las cuales son subjetivas", explicó el perito de la defensa de J.R. para justificar su afirmación sobre el esclarecimiento de los hechos.

Durante la tercera sesión, que comenzó cerca de las 10:00 horas y finalizó pasadas las 20:00 horas, los miembros del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico de la Guardia Civil (ERAT) expusieron su investigación, la cual no pudo determinar en qué color se encontraba el semáforo cuando ocurrió el atropello por no disponer de los datos de los ciclos semafóricos que poseía la Policía Local.

Respecto al lugar donde se produjo el accidente, el grupo especializado, que barajó todas las posibilidades con todos los datos y testimonios de los atestados, así como la distancia en la que se encontraban los cuerpos, solo pudo determinar que se produjo entre 5 metros antes del paso de peatones y cinco metros después.

A raíz de esta conclusión, la ERAT determinó diferentes velocidades de circulación según el lugar donde se produjo el accidente, para establecer como la más probable, que no segura, los 91 km/h. Respecto al impacto, el informe señala que el varón volcó sobre el capó y se proyectó hacia la derecha del coche y las mujeres voltearon sobre el techo, aunque no se descarta que las fallecidas fueran proyectadas para delante directamente.

Respecto a la posibilidad de que fueran trasladadas en el capó del coche, la ERAT lo consideró poco probable, aunque de lo contrario deberían haber presentado rozadoras. Cabe señalar que el informe determinó que las víctimas fueron proyectadas entre 18 y 54 metros de distancia.

Similar a este informe del grupo especializado, pues estaba basado en él, fue el de la acusación, que solo varió para determinar que el atropello se produjo en el paso de peatones y que el semáforo estaba en verde, así como otros pocos y pequeños "matices".

La pericial encargada por P.G. determinó que el accidente se produjo entre las 21:35:14 y las 21:38:55 horas y el semáforo estaba en verde. Para ello utilizó como base el tiempo transcurrido entre la última barrida de la cámara de vigilancia del Cabildo de Tenerife, la primera llamada al 112 y el ciclo semafórico.

Cabe señalar que la Policía Local estableció que el semáforo estaba en rojo. Para ello no tuvo en cuenta la grabación ni la primera llamada al 112 porque, según ellos, los relojes de la cámara y del Cecoes, así como el ciclo semafórico, marcan horas diferentes.

También se contó en el juicio con un especialista en colores para aclarar si pudo existir un tercer vehículo azul, como señalaron algunos testigos, en el momento de los hechos. El perito determinó que, teniendo en cuenta el color de la luz de las farolas, es muy difícil confundir el rojo y el azul.