El portavoz del SUP, José María Benito, pide al Ministerio del Interior "que se tome en serio la seguridad" pública porque se verá "resentida" con la reducción de medios, y afirma que no tiene sentido crear "guardias pretorianas", como la policía canaria, que son "caras, ineficaces e inservibles".

Así lo indica el portavoz del sindicato policial en una entrevista con motivo de su asistencia a la segunda asamblea federal del Sindicato Unificado de Policía (SUP) de Canarias, que se celebró en Santa Cruz de Tenerife.

José María Benito señala que el Cuerpo Nacional de Policía "no está pasando por uno de sus mejores momentos" por varias razones, entre ellas, que la crisis económica "todo lo inunda y lo empaña" y los policías "somos los primeros sufridores".

Como ejemplo detalla que de las partidas asignadas al cuerpo en los Presupuestos Generales del Estado para 2010 se eliminaron cinco millones de euros en inversiones, que estaban destinados a la compra de uniformes, armamento, vehículos y la reparación de estos últimos.

Esta reducción presupuestaria supone "un duro golpe a nuestra labor diaria" y para 2011 la inversión prevista "es la mínima", pues no hay dinero para comprar nuevo material ni vehículos "sino para reponer lo que se gasta".

Además se ha recortado la incorporación de nuevos agentes al cuerpo, de forma que hasta hace pocas fechas ingresaban unos 5.000 policías cada año y para 2011, la cifra prevista es de 168, asegura Benito.

Ello implica que en poco tiempo habrá un déficit de unos 2.000 policías en el Estado, ya que anualmente se jubilan entre 2.000 y 2.200, una cifra no compensada ante el recorte en los nuevos ingresos.

También detalla el portavoz sindical que si los policías nacionales tenían una reivindicación "histórica" de equiparar sus sueldos "exiguos" a los de las policías locales y autonómicas, ahora esta demanda puede quedar "casi para la historia".

"Con menos coches para patrullar, porque los que se estropean no se reparan, con menos funcionarios y no bien pagados, tenemos un cóctel demasiado complicado para obtener buenos resultados", afirma.

El portavoz del SUP asegura que, aunque es cierto "que los recursos son lo que son", también hay que decir al Ministerio del Interior "que no hay que resignarse" porque la policía necesita medios y personal para trabajar y, si no atiende esta demanda, demostrará "que le importa muy poco la seguridad a pesar de las declaraciones grandilocuentes".

Advierte también de que hay una sobrecarga de trabajo derivada de la crisis, ya que han aumentado varios tipos de criminalidad, como los pequeños hurtos y las estafas por internet, algo que no reconoce el Ministerio del Interior porque, asegura Benito, éste elimina de las estadísticas "casi medio millón de delitos".

El Ministerio, señala, tiene que tomarse en serio la seguridad pública porque hace años el terrorismo "lo acaparaba todo", pero ahora hay otros aspectos que preocupan más a los ciudadanos, como que no haya hurtos en las tiendas o robos en los coches, "y si no se toman medidas al final habrá mucho fracaso y frustración".

También reclama José María Benito inversión para formar a la policía en las nuevas formas delictivas, que el SUP suple con cursos "porque en muchos aspectos nos estamos quedando desfasados" y opina que si la Administración no destina más recursos a formar en cuestiones como el terrorismo islámico "no descarto que en breve estemos en una situación bastante fastidiada".

Añade que ante esta escasez presupuestaria no parece razonable crear nuevos cuerpos policiales, una prerrogativa reconocida en los estatutos de autonomía pero que últimamente sólo ha ejercido Canarias.

Al final las policías autonómicas se convierten "en una guardia pretoriana para la puerta de la casa del presidente" de cada Comunidad Autónoma que las ha creado y no ejercen funciones policiales "porque no han sido preparados para eso", y dice como ejemplo que en Galicia "se dedican a combatir el marisqueo".

No tiene sentido duplicar los servicios ni gastar por gastar, prosigue Benito, quien afirma que España tiene la tasa de policía por habitante más alta de Europa, con 4,7 agentes por cada mil habitantes, ya que en varias regiones operan a la vez Guardia Civil, Policía Nacional, autonómica y locales, lo que además incide en la descoordinación entre servicios e investigaciones "que se pisan".

De esta manera no se emplean los recursos de forma adecuada para combatir la delincuencia y recuerda el caso de un juez que autorizó escuchas telefónicas a Guardia Civil, Ertzaintza y Policía Nacional porque cada uno de estos cuerpos investigaba por su cuenta la detención de un comando terrorista.