Un grupo de 70 estadounidenses, entre los que figuran funcionarios, sus familiares y otros ciudadanos, abandonó hoy Túnez por los disturbios y la inestabilidad política que experimenta ese país, informó hoy el Gobierno de EEUU.

El portavoz del Departamento de Estado., Philip Crowley, dijo hoy en su rueda en la prensa diaria que el subsecretario para la Gestión del Mministerio de Exteriores estadounidense, Patrick Kennedy, aprobó la salida autorizada de familiares de su personal destacado en Túnez y que hoy salió un vuelo con 70 persona de ese país.

"Nos preocupa la seguridad de nuestros ciudadanos en el exterior y hoy ha habido un vuelo entre Túnez y Rabat, con aproximadamente 70 personas a bordo, incluidos funcionarios y otros ciudadanos", dijo.

Se trata de una medida de prudencia por parte de Estados Unidos, agregó.

Una salida autorizada significa que los familiares del personal de EEUU destacado en Túnez tienen la opción de abandonar el país a costa del Departamento de Estado.

Hoy, el centro de Túnez, que al amanecer parecía recuperar poco a poco la vida normal tras una noche en la que se reprodujo la violencia causadas por las bandas de partidarios del presidente depuesto, Zine el Abidine Ben Alí, volvió a convertirse en un campo de batalla.

Las protestas fueron reprimidas por las fuerzas policiales con gases lacrimógenos y porras, pero al menos en la capital no se han oído disparos de bala, como sucedía cuando Ben Alí estaba al mando.

En otras regiones, como en la minera de Gafsa y en Kaserín, en el centro-oeste, miles de manifestantes salieron también a las calles, y en zonas como Sfax, en el este; Kabili, en el sur, y Nabel, cerca de la zona turística de Hammamet, se produjeron igualmente protestas.

EEUU considera que Túnez vive un "periodo importante de transición" tras la salida de Ben Alí del país, y espera que el Gobierno interino aproveche esta oportunidad para permitir la participación pacífica de todas las fuerzas democráticas en el proceso político mediante elecciones abiertas y justas y para investigar los abusos que se cometieron en el pasado.

"Vemos esto como un momento adecuado y una importante oportunidad para el Gobierno de cumplir las aspiraciones y las demandas de los tunecinos", lo que incluye poner fin a la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad contra ciudadanos que se manifiestan pacíficamente, celebrar elecciones libres y justas, respetar los derechos humanos básicos y crear un Ejecutivo transparente, justo y que rinda cuentas" ante su pueblo, reiteró Crowley.