Los psiquiatras españoles apoyaron ayer la ley antitabaco, que entró en vigor el pasado 2 de enero, pero reivindicaron la implantación de medidas específicas que ofrezcan a los enfermos graves mentales tratamientos de desintoxicación y deshabituación del tabaco. Así lo hicieron constar en un comunicado la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM) en el que aseguraron que la ley "es de alto valor poblacional" y posiciona a España "en el mismo nivel" que el resto de Europa.

Asimismo, felicitaron a las autoridades sanitarias por "haber tenido el valor de apoyarse en las sociedades profesionales para sacar el decreto adelante", aunque ante lo que consideran "elevado" tabaquismo de los enfermos mentales abogan por medidas específicas para que estos pacientes puedan dejar de fumar.

En este sentido, recordaron que la nueva ley permite fumar en los centros psiquiátricos.

Según el presidente de la SEP, Jerónimo Saiz, la prevalencia del tabaquismo en los enfermos mentales es de dos a tres veces superior que en la población general. Sobre ello, el presidente de la SEPB, Julio Bobes, subrayó que los pacientes con patologías mentales presentan "especiales dificultades" para dejar de fumar y hasta ahora "los resultados obtenidos en los tratamientos disponibles son discretos".

Denuncias cruzadas

Además, ayer se conocía la noticia de un vecino de Vigo que fue multado por fumar en un bar y que ha presentado una denuncia ante la Dirección General de la Salud Pública contra el Ayuntamiento vigués por un presunto incumplimiento de la nueva ley antitabaco por no indicar con carteles la prohibición de fumar en varias dependencias municipales.

El denunciante fue multado el 3 de enero por dos agentes municipales al ser sorprendido con un pitillo en el interior de una cafetería.

En su escrito, esta persona asegura que en la Gerencia de Urbanismo y en las dependencias de la Policía Local no hay carteles que informen sobre la prohibición de fumar e incluso hay una zona con ceniceros.

En otra carta dirigida al alcalde vigués, Abel Caballero, esta persona solicita que le sea remitida la denuncia interpuesta contra él por fumar en un bar y se queja del trato recibido por los agentes, que se negaron, según dice, a aportarle su placa identificativa.