El Gobierno luso anunció hoy que está en proceso de renovar el equipo de gestión del Banco Portugués de Negocios (BPN), intervenido en 2008 y hasta ahora administrado por el banco público Caixa Geral de Depósitos (CGD).

El ministro de Finanzas del país, Fernando Teixeira dos Santos, señaló que el Ejecutivo debe de proceder a una refundación del BPN con la creación de una nueva marca y apuntó que su modelo de negocio debe de ser "claro" y autónomo de la gestión de la CGD.

El BPN pasó a ser administrado por el banco estatal cuando en noviembre de 2008 el Ejecutivo portugués esgrimió que las pérdidas cercanas a los 700 millones de euros del banco podían amenazar los depósitos de los clientes y la estabilidad del sistema financiero luso.

"Tras expurgar los activos problemáticos (...) tenemos a una institución que puede renacer en su actividad", afirmó Teixeira, quien defendió la nacionalización por suponer menos

El BPN, una institución de pequeña dimensión en Portugal, ha estado en el centro de la política lusa en la última semana por las críticas a su modelo de gestión y por su supuesta vinculación con el actual presidente luso, Aníbal Cavaco Silva.

A doce días de los comicios presidenciales, los oponentes del centro-derechista Cavaco Silva le han relacionado con la administración que llevó cerca de la quiebra al BPN y recordaron que el jefe de Estado se lucró en un 140 por ciento en una operación de compraventa de títulos de la institución en 2003.

La polémica del banco ha provocado además una significativa fuga de depósitos desde 2008.

Según reveló en una comisión parlamentaria el actual vicepresidente el BPN, Norberto Rosa, esta cantidad ascendió a los 3.420 millones de euros que se saldó con la intervención del banco público CGD, que tuvo que aportar una liquidez cercana a los 5.000 millones.