Los cinco grandes bancos británicos -HSBC, Barclays, Royal Bank of Scotland, Lloyds y Standard Chartered- están decididos a pagar generosos bonos este año a sus directivos pese a la presión política y social de mostrar austeridad en medio de los fuertes recortes del gasto público aprobados por el Gobierno.

Así lo afirma en su edición de hoy el diario "Financial Times", que cita el testimonio de ejecutivos de la banca y de inversores asegurando que no están dispuestos a un segundo año sin bonos.

Royal Bank of Scotland y Lloyds, parcialmente nacionalizados, son los que más presión están recibiendo del Gobierno, que quiere evitar la percepción en la opinión pública de que los bancos quedan al margen de la política oficial de austeridad en vigor.

"No queremos ver una repetición del año pasado, cuando nadie se sintió capaz de aceptar sus bonos", dijo al FT un directivo.

En 2009, los principales responsables de la banca británica, liderados por el entonces consejero delegado de Barclays, John Varley, y por su sucesor, Bob Diamond, renunciaron a sus bonos, que ascendían conjuntamente a unos 30 millones de libras (36,1 millones de euros o 46,6 millones de dólares).

Algunos consejeros delegados optaron por donar sus primas a organizaciones de caridad para tratar de lavar su origen tras la hecatombe del sistema financiero británico a finales de 2008, que obligó a un multimillonario rescate que vació las arcas públicas.

Pero el sentimiento ahora en la City, el centro financiero de Londres, es que los gestos del año pasado no fueron apreciados por la clase política y la opinión pública, afirma el "Financial Times".

Además, los banqueros se han envalentonado al comprobar que las amenazas de los liberaldemócratas del viceprimer ministro, Nick Clegg, que comparten el Gobierno de coalición con los conservadores del primer ministro, David Cameron, están quedando en nada.

En los últimos meses, tanto Clegg como el secretario de Empresas, el también liberaldemócrata Vince Cable, han reiterado que el Ejecutivo podría imponer una tasa fiscal a los bonos en la banca, pero sus manifestaciones no han tenido un reflejo legislativo.

Las fuentes citadas por el FT también indicaron que ha habido un cambio generacional en la cúpula bancaria británica, con nuevos consejeros delegados en el HSBC, el Lloyds y el Barclays, que quieren marcar las diferencias con tiempos anteriores.

"Ha habido un cambio generacional. Este es un buen momento para garantizar que los altos ejecutivos tienen una remuneración adecuada, de manera que no son impulsados a trabajar fuera del país o a refugiarse en los ''hedge funds''", dijo un gestor de activos.

HSBC y Barclays nombraron en los últimos meses a dos directivos procedentes de la banca de inversión como nuevos consejeros delegados y, según esta información, ambos están dispuestos a rebajar el listón de los bonos a los que están acostumbrados.

Una persona cercana a Stuart Gulliver, consejero delegado del HSBC que en 2009 recibió un bono de 9 millones de libras (10,8 millones de euros o 13,9 millones de dólares), aseguró que está dispuesto a aceptar un bono "decente", que en cualquier caso estaría lejos de la cifra que recibió como responsable de inversiones.

Una posición similar mantiene Diamond al frente de Barclays, consciente de que unos bonos elevados pueden recrudecer el rechazo ciudadano hacia el comportamiento de los bancos.

Los bancos citados rechazaron hacer comentarios y aseguraron que todavía no se ha tomado una decisión sobre los bonos.