SE SOSPECHA -y se ha reclamado ya- que las preguntas de la oposición a médicos especialistas de esta comunidad autónoma para los hospitales de Canarias, excluyendo al HUC, se filtraron a algunos interesados antes de los exámenes. La cosa debe ser investigada, primero por la propia Consejería de Sanidad y, si procede, por la justicia. Así que Dios nos coja confesados.

Según algunos médicos afectados, determinados tribunales filtraron a muchos aspirantes las 150 preguntas de los test de la oposición, para que el personal "preferido" se quedara con las plazas. Este rumor es ya un clamor; y, si lo que dicen los opositores perjudicados se demuestra, estaríamos ante la comisión de delitos.

Uno de los afectados nos escribe para decirnos que "al final, quien paga todos los platos rotos es el usuario, víctima principal de este proceso". Y no le falta razón. Se trata, al parecer, de que entren como personal fijo aquellas personas que interesan a los respectivos servicios convocantes y no las de más valía, a las que se les impide aprobar la oposición.

Según nuestras noticias se han interpuesto docenas de reclamaciones, con pruebas de que las preguntas fueron filtradas a los elegidos. Muchos médicos acertaron las 150 preguntas, con cero errores. Las gerencias de los centros afectados temen que esta información que estamos dando se propague, pero la obligación de estas gerencias es investigar, a ver si estas denuncias de las que hablamos tienen fundamento.

Porque la figura del copión es un esperpento. El copión forma parte de la historia bufa de la enseñanza. Un médico copión es un individuo sin principios. Y parece que en estas oposiciones ha habido mucho caradura. No hay derecho, y lo decimos para satisfacción de quienes sí han estudiado y no parten de una posición de privilegio.

Estos tambores de tongo deben ser acallados cuanto antes con una nota del Servicio Canario de Salud, que primero debe investigar, estudiar las reclamaciones y las pruebas presentadas y luego obrar en consecuencia.

La filtración que nos ha llegado parece buena y aunque ofrecemos estos datos con todas las reservas, a falta de una explicación oficial, la cosa nos huele a tongo del bueno. Y olfato nunca nos ha faltado. Así que ¡a investigar y a aclarar, por el bien de todos!

Este es un país de pícaros, pero los opositores beneficiados son mayorcitos para andar con la chuleta del test desplegada, como si fueran niños de bachillerato. A ver en qué queda todo este follón y a ver cómo reacciona el Servicio Canario de Salud.