La madrugada del 30 de noviembre de 2008, una acera del pueblo marinero de San Andrés se manchaba de sangre. Un joven del pueblo, un ejemplo de amor a la tierra y a la Isla, a sus costumbres, moría en circunstancias trágicas a sus 34 años.

La muerte de Guillermo Cruz Cabrera, conocido por "Memo", se juzgará los días 9 y 10 de noviembre y al Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife deben acudir 21 vecinos de San Andrés como testigos y otros tantos como oyentes a la vista oral, dado lo conocido y querido que era el joven y la repercusión social que tuvo su fallecimiento, que conllevó que se llevaran a cabo varias manifestaciones donde amigos, familiares y conocidos portaban pancartas, fotos y carteles solicitando justicia para "Memo".

Aún hoy se puede ver en un lateral del Castillo de San Andrés flores, velas y fotos del joven por el que se movilizó casi todo un pueblo y que dejó su vida una madrugada de noviembre mientras en la plaza del pueblo se celebraba una verbena a la que él también había acudido con su padre y sus hermanos.

Cande es la hermana de Memo y dijo a EL DÍA que "después de casi dos años queremos que se haga justicia. Todavía seguimos llevando flores al Castillo. Como dice mi madre, queremos que esté lo más arregladito posible, con sus velas y sus flores. Lo tenemos siempre presente".

Las lágrimas y el tremendo recuerdo dejan en blanco la mente de Cande, pero sigue haciendo memoria y afirma que "al principio crees que es un sueño y los días posteriores todo lo que ves y pasa te recuerda a él. Esto fue muy grave porque le han quitado la vida, se la truncaron no sólo a él, sino a mis padres y a mis hermanos. Mi hermano no tenía nada que ver con la pelea, porque nunca fue agresivo. Era muy correcto con los mayores y los niños e incluso tímido si no tenía confianza".

Memo ayudaba a su padre en la finca que tienen debajo de su casa y le gustaban mucho los perros. "Era un chico con buen corazón al que salir a hacer senderismo le encantaba, así como todo lo relacionado con los guanches", dice su hermana muy afectada. "Los amigos de Memo eran muchos y siguen teniendo contacto con su familia. A Memo me lo encuentro todos los días. Al ver a un chico por la calle, en un gesto... El sentimiento al llevarle flores el primer día y ahora es el mismo y te da la sensación de que el tiempo no ha pasado y de que todo ocurrió ayer, porque cuando quieres a una persona la recuerdas cada día". Cande considera que los presuntos autores de la muerte de su hermano deben cumplir las penas íntegras, aunque eso no le devolverá a su hermano. "Hay dos justicias: la terrenal y la divina. Nosotros confiamos en la terrenal y creemos en ella, pero también en la Divina. No hay consuelo el no poder volver a Memo en mi casa, el ver a mi madre y a mi padre destrozados".

El abogado de la familia.- El escrito de calificación provisional de la acusación particular recoge que "en la madrugada del sábado, día 29 al domingo, 30 de noviembre de 2008, Moisés T.A.A., Tahuco S.F. y Jonathan A.A. acompañados por Eduardo T.C.R. acudieron en un Porsche Cayenne hasta el barrio de San Andrés, donde después de haber provocado enfrentamientos con varias personas en la verbena que se desarrollaba en la plaza, se subieron en el citado vehículo y huyeron a toda velocidad del lugar realizando maniobras de conducción temeraria, parando dicho vehículo a la altura del Castillo. Una vez allí, se apearon del vehículo y le propinaron una serie de golpes a la víctima con la intención de causarle la muerte... Tras ver que la víctima estaba gravemente herida huyeron de la zona. Existen testigos que afirman que usaron una barra de hierro o un objeto similar en la agresión a Guillermo Cruz Cabrera".

El representante legal de la familia considera que a consecuencia de la brutal agresión falleció Guillermo Cruz Cabrera, por lo que los hechos se deben estimar como un delito de asesinato con las agravantes de alevosía y abuso de superioridad. Por ello solicita que se imponga a cada uno de los acusados 25 años de prisión, así como que se hagan cargo de abonar una indemnización para la familia del fallecido de 600.000 euros.

"En el transcurso de esa noche y al día siguiente los procesados se reúnen y pactan dar una versión de los hechos que exonere a Eduardo T.C.R. y a Tahuco S.F., siendo Moisés T.A.A. quien se haría responsable único de la agresión a cambio de dinero", recoge el escrito del abogado de la familia del fallecido.

El Ministerio Fiscal.- El Ministerio Fiscal recoge en su escrito provisional que "los acusados Moisés T.A.A., Tahuco S. F. y Jonathan A.A. junto con Eduardo T.C.R. se desplazaron en el vehículo Porsche Cayenne hasta el pueblo de San Andrés, donde se celebraban las fiestas patronales, aparcando su coche en la zona de La Torre y tras cenar en Los Pinchitos se incorporaron en actitud pendenciera, desafiante y provocadora a la verbena que se celebraba en la plaza del pueblo".

Seguidamente, y una vez en la verbena, sobre las cuatro de la madrugada, comenzaron a buscar pelea con un grupo de jóvenes del pueblo, ya que los acusados estaban guiados por el ánimo de menoscabar la integridad física ajena. Se dirigieron detrás del escenario instalado en la citada plaza, golpearon repetidamente a un joven con puñetazos y patadas y eliminaron la posibilidad de que nadie acudiera en su ayuda. Los tres acusados, también de común acuerdo, golpearon repetidamente a otro joven que intentaba auxiliar al anterior, por lo que recibió también patadas y golpes.

El fiscal sigue relatando en su escrito provisional que "los procesados se desplazaron momentos después a la plaza de la Torre, donde continuaron con una actitud intimidatoria y ante la aglomeración de vecinos en la plaza decidieron subirse en el Porsche Cayenne los procesados Moisés T.A.A. y Jonathan A.A., mientras que el tercer acusado salió corriendo".

Al volante del Porche se puso Moisés Taré A.A., quien carece de permiso de conducir y, a pesar de la cantidad de personas que había en la plaza, y "con manifiesto desprecio por la vida y la integridad física de los que allí se encontraban, comenzó a realizar bruscos acelerones, frenazos y retrocesos, importándole poco que pudiera atropellar a las personas que allí se encontraban. El vehículo salió del lugar derrapando a toda velocidad por la avenida Pedro Swartz".

El encuentro con Memo.- La acusación prosigue con el relato provisional de los hechos argumentando que "al llegar a la altura del Castillo de San Andrés, los ocupantes del Porsche observaron la presencia de Guillermo Cruz Cabrera "Memo," que les recriminó su actitud. Fue en ese momento cuando Moisés Taré A.A. se apeó del vehículo intentó asfixiar a Memo agarrándolo por el cuello y golpeándolo repetidas veces y de forma brutal hasta derribarlo, cayendo éste desplomado y dándose un golpe contra el suelo, donde su agresor siguió golpeándolo. Al ver dicha acción, se apeó del Porsche Jonathan A.A. para que dejara de agredirle. Tras comprobar que la víctima no podía respirar, abandonaron precipitadamente el vehículo recogiendo al resto de acompañantes en la avenida de San Andrés y dándose a la fuga".

Las lesiones causadas.- A consecuencia de la agresión, según se hace constar en el escrito del Ministerio Fiscal, la víctima resultó con bultoma de tres centímetros de diámetro en áreas parieto-occipital izquierda del cráneo, presentando tras rasurar el cuerpo cabelludo una contusión izquierda irregular alargada que abarca diez centímetros de longitud por tres centímetros de ancho... La causa de la muerte le provino de una hemorragia masiva craneoencefálica". Momentos después de que Guillermo Cruz Cabrera fuera agredido lo encontraron agonizando en el lugar, dando aviso a los servicios médicos de urgencia que se personaron en el lugar, dando aviso a los servicios médicos de urgencia que se personaron sin que pudieran hacer nada para salvar su vida, falleciendo minutos después. Los otros dos jóvenes a los que los acusados golpearon con anterioridad a Memo sufrieron heridas leves.

Las detenciones.- Moisés T.A.A. fue detenido, según el fiscal, el día 3 de diciembre de 2008 decretándose la prisión provisional a través de un auto con fecha de 5 de diciembre de 2008.

El Ministerio Fiscal considera que Moisés Taré A.A. es autor de un delito de homicidio (12 años de prisión), otro de lesiones con la concurrencia de la agravante de abuso de superioridad (tres años de prisión), una falta de lesiones (12 días de localización permanente), un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria (tres años y seis meses de prisión) y otro delito contra la seguridad vial al conducir sin permiso (cuatro meses y quince días de prisión).

También pide que se le prohíba conducir vehículos a motor y ciclomotores durante 8 años). A Jonathan A.A. y Tahuco S.F., el fiscal los considera autores de un delito de lesiones con la agravante de abuso de superioridad y pide tres años de prisión para cada uno, mientras que por la falta de lesiones solicita 12 días de localización.

Además, para el principal acusado solicita que indemnice a los familiares del fallecido con 400.000 euros. La defensa dará a conocer su calificación de los hechos durante el juicio.

"Que cumplan la condena íntegra"

La madre de Guillermo Cruz Cabrera, Ermesinda Aurelia Cabrera, "Sinda", asegura que la muerte violenta de su hijo ha destrozado la vida de toda la familia, pues tanto ella como su marido y el resto de hijos sufren un vacío importante. A las 4:00 horas de la madrugada del día de los hechos recibió una llamada en su casa y, desde entonces, los hechos se precipitaron de forma trágica. Recuerda que, a través del teléfono, escuchó de fondo "mucho ruido, mucha gente y que alguien hablaba de una ambulancia medicalizada". Cuando llegó al lugar donde murió Memo, no la dejaron ver el cuerpo de su hijo y fue la propia jueza la que le confirmó sus peores augurios. En ese instante, la autoridad judicial le explicó la gravedad del hecho y que la investigación requería un estudio concienzudo del cadáver. Desde que ocurrió el suceso, que conmocionó al barrio de San Andrés, "Sinda" y sus seres queridos llevan haciéndose la misma pregunta: "¿Por qué lo mataron?". Además, no entiende que los presuntos autores de la agresión no lo auxiliaran o llamaran a una ambulancia, sino que huyeran en un Porsche Cayenne, un todoterreno de lujo. Esa pregunta coincide con su afirmación de que "mi casa no es la misma", porque Guillermo Cruz Cabrera estaba para casi todo y su ausencia se nota. Comenta resignada que "ya nadie me devolverá a mi hijo", pero se muestra tajante al exigir que las condenas por este tipo de delitos graves deben cumplirse íntegras, para evitar que los autores estén en la calle a los pocos años. En este asunto, se pregunta qué pasará cuando los hermanos, los sobrinos o el padre de Guillermo se encuentren en la calle con alguno de los implicados en su muerte violenta. Para "Sinda", ahora "tiene que haber Justicia y que los encierren para que no lo vuelvan a hacer".