El Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) condenó hoy a un empresario ruandés a 30 años de prisión por la matanza de 2.000 tutsis en una iglesia de la localidad de Nyange (oeste de Ruanda) en abril de 1994, informó la agencia local Hirondelle.

Según el TPIR, Gaspard Kanyarukiga fue declarado culpable de genocidio, exterminio y crímenes contra la humanidad por la sala que lo juzgaba en Arusha, la ciudad tanzana donde tiene su sede el Tribunal para Ruanda.

"Condenamos a Gaspard Kanyarukiga a una sola pena de 30 años de prisión", dijo en la lectura de la sentencia el juez jordano Taghrid Hikmet, flanqueado por los otros dos miembros de la sala que lo ha juzgado, agregó Hirondelle, una agencia con sede en Arusha y patrocinada por la Unión Europea.

El magistrado explicó que Kanyarukiga estuvo implicado en la conspiración para demoler la iglesia católica de Nuestra Señora de la Visitación, en la comunidad de Kivumu de la localidad de Nyange, en la prefectura occidental ruandesa de Kibuye, el 16 de abril de 1994, con el resultado de la muerte de unos 2.000 tutsis refugiados en su interior.

El empresario, de 65 años y que negó los cargos durante el juicio, fue detenido en Sudáfrica en julio de 2004 y transferido a las instalaciones del TPIR en Arusha para ser juzgado por la matanza de la iglesia de Nyange, en la que no es el único implicado.

El párroco de Nuestra Señora de la Visitación, Athanase Seromba, fue condenado en 2008 a cadena perpetua por la matanza en esa iglesia.

El entonces alcalde de la localidad, Grégoire Ndahimana, está aún siendo juzgado por genocidio en el Tribunal de Arusha por ese caso y el ex inspector de la Policía Judicial de la zona, Fulgence Kayishema, está en la lista de buscados por el TIPR.

El Consejo de Seguridad de la ONU estableció el TPIR en Arusha a finales de 1994 para juzgar a los responsables del genocidio en Ruanda, en el que entre 800.000 y un millón de personas, la mayoría tutsis, pero también hutus moderados, fueron asesinados por hutus radicales.