Los homosexuales serbios pudieron celebrar ayer su primera marcha de orgullo gay en Belgrado, pese a la oposición de grupos homófobos extremistas que atacaron a la policía en enfrentamientos que se saldaron con 141 personas heridas, de ellos 124 policías, según los datos publicados por el Ministerio del Interior.

Varias zonas del centro de la capital serbia quedaron demolidas, los contenedores incendiados, algunos escaparates, trolebuses, autobuses y coches dañados, entre ellos once policiales. Según unas primeras evaluaciones, los daños que sufrió la ciudad podrían superar el millón de euros.

El presidente de Serbia, Boris Tadic, condenó el vandalismo en las calles de Belgrado y pidió que los atacantes y los organizadores de los desórdenes "sean arrestados y llevados ante la justicia". Los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y grupos de jóvenes ultras homófobos opuestos al primer desfile de homosexuales terminaron paulatinamente durante la tarde tras prolongarse por varias horas en diversos puntos.