Javier Rivero Rodríguez tiene 21 años y es afiliado a Coalición Canaria en Santa Cruz de Tenerife. Además, es miembro de la recién creada corriente de opinión Secundino Delgado, que trabaja en busca de la soberanía del pueblo canario con un nacionalismo moderno.

¿Quién tendría la responsabilidad histórica de descolonizar Canarias: un gobierno establecido en España salido de unas elecciones o la monarquía española que colonizó estas Islas hace seis siglos?

Evidentemente, desde la conquista y colonización de las Islas Canarias, llamadas en ese momento Reino de Canarias, ha cambiado totalmente el panorama político, social, económico, etc., de España. La monarquía ha quedado en una simple representación aristocrática sin la capacidad legal de actuación para decidir sobre el futuro de la soberanía canaria. Aunque llegado el momento, supongo que la monarquía tendrá que tomar parte en las decisiones que se tomen en el conjunto del Estado sobre este tema.

La ONU fijó 2010 como fecha límite para erradicar el colonialismo en el mundo. ¿Conseguirá el Archipiélago la independencia en esa fecha? Si España no accede, ¿qué medidas debe adoptar el pueblo canario?

En el caso concreto de Canarias, conseguir la soberanía no pasa porque la ONU ni ninguna otra institución pongan fecha límite. Y es lógico que en este año no se va a conseguir. Estamos hablando de un paso decisivo en el futuro de nuestro territorio. Un cambio a mejor. Pero para ello se tiene que seguir trabajando en crear una conciencia nacional canaria. Debemos propiciar un cambio social llevado a la vez por un movimiento político donde los partidos que verdaderamente son nacionalistas se unan, dejando sus diferencias electoralistas aparte, ya que se trata de un asunto muy serio, y tenemos que estar a la altura de todos los canarios. Sé que es un trabajo enorme, pero hay que empezar por la base, que es la educación y la formación. Que los habitantes del Archipiélago comprendan la situación estratégica en la que nos encontramos, la historia completa de la conquista, las medidas especiales económicas o de transportes de mercancías que reclamó el Reino de Canarias en su colonización y que, por desgracia, muchas de esas se siguen exigiendo al Gobierno estatal. Todo ello de una forma seria y sin dar un paso atrás.

¿Tiene usted algo en contra del pueblo español?

Es un gran país. Tiene su gastronomía, su cultura, sus tradiciones,… Nosotros tenemos otra cultura, otra gastronomía, otras tradiciones…

¿Está usted de acuerdo en el sistema de una república federal democrática, laica y social para Canarias, como preconiza el anteproyecto de Constitución presentado por el Congreso Nacional de Canarias (CNC)?

Canarias tiene un gran futuro con el modelo institucional adecuado, y, bajo mi visión, el más adecuado es ser un estado independiente dentro de Europa. Hay muchos puntos interesantes en el anteproyecto elaborado por CNC, y otros que no comparto. Al apostar por ese Estado dentro de Europa no estoy diciendo que le demos la espalda al Continente Africano, ni mucho menos. Geográficamente pertenecemos a ese continente y la economía de varios países africanos esta despertando y necesita ofrecer a sus habitantes y turistas elementos para su consumo que no tienen, y ahí es donde entra Canarias, abasteciendo, por lo tanto, exportando todo lo que sea necesario.

Según el derecho internacional y los conceptos de ius sanguinis y ius solis, ¿quién considera usted que son canarios con derecho a participar en la vida de la futura república y en elecciones?

La sociedad canaria es muy diversa. Somos el resultado de un cúmulo de culturas que durante siglos han forjado nuestro carácter, nuestra forma de hablar, incluso siendo distintos entre islas por la insularidad vivida antaño y la falta de medios de comunicación. Luego también hay que tener en cuenta la gran cantidad de emigración registrada durante el siglo pasado y la inmigración del presente. Por lo tanto, no creo que se deba considerar que se es canario por haber nacido en Canarias. Todo el que lleve un determinado tiempo viviendo en nuestra tierra, que se siente canario y ama a las Islas debe poder y querer participar en su soberanía.

¿Qué opina de aquellos que dicen que hay que esperar por la independencia? En caso de ser así, ¿en qué quedaría el plazo señalado por la ONU, porque el estatus de colonia de Canarias es indubitable?

No podemos esperar a que el mar que nos rodea sea de nuestra jurisprudencia, ni podemos esperar a que los aeropuertos canarios sean controlados por Canarias, cuando actualmente el turismo es el motor fundamental de las Islas. Tampoco podemos esperar para obtener la soberanía alimentaria, ni podemos seguir siendo una población dependiente con el gran potencial que tenemos en nuestro territorio. Desde luego que la soberanía no llegará mañana, pero no hay que esperar. Está claro que Canarias es el único territorio de España que pertenece a ese país mediante un acto de colonización, pero ese plazo nombrado por la ONU quedará, lamentablemente, como un recuerdo en la mente de los independentistas.

¿Qué diferencia supone la independencia para Canarias frente a su situación actual en temas como la ampliación de la zona económica exclusiva marroquí, la explotación de recursos naturales o la eventual extracción de petróleo de las aguas marinas?

La ampliación de la zona económica exclusiva marroquí es cuando menos preocupante. Estamos hablando de que cada isla canaria tiene a su alrededor solamente 12 millas de mar propio. Y eso es porque el actual Estatuto de Autonomía de Canarias es un estatuto colonial. Mientras que Canarias no sea un estado soberano no podrá ampararse en el Derecho Marítimo Internacional para proteger el Mar Canario. Aún sabiendo esta tétrica situación, España no ha querido que prosperaran iniciativas de ley que llegaban de nacionalistas canarios. Si la Reforma del Estatuto de Canarias hubiera llegado a su aprobación, se podría haber abierto un proceso antes Naciones Unidas para conseguir la competencia interna del mar canario. Sin duda, es triste que nos vendan nuestros propios recursos alimentarios. Importamos el 65% del pescado que consumimos. Un pescado que recorre miles de kilómetros para llegar donde fue capturado, dejando empleo y riqueza por donde pasa menos en Canarias.

¿Qué ventajas aportaría a la economía canaria la independencia?

Últimamente me ha llamado gratamente la atención cómo se está generando un debate entre economistas, alguno de ellos sin ser en un principio nacionalistas, sobre el sistema económico de Canarias si fuera un territorio independiente. Afirman que para asegurar un futuro prometedor, debemos conseguir ser soberanos. Movimientos de expertos como éste es el que hace falta para concienciar al pueblo y dar esa formación de la que hablaba al principio. Incluso profesores de economía no nacionalistas llegan a ponerse de acuerdo en puntos vitales para el futuro de Canarias, pero se dan cuenta de que no se puede conseguir lo que plantean siendo una Comunidad Autónoma. Tenemos derecho a que los impuestos que se generen en Canarias, con recursos del Archipiélago, se queden en una Hacienda Canaria. No podemos seguir permitiendo que empresas con domicilio social en la Península subcontraten a empresas Canarias en unas condiciones lamentables. Nos rodea un mar extraordinario, lleno de oportunidades alimentarias, económicas, energéticas. La energía solar, la eólica,… Somos un territorio muy atractivo para la energía geotérmica. Este tema es realmente apasionante, y se necesitaría una edición especial para tratarlo en profundidad.

¿Cree que la crisis internacional favorece las reivindicaciones soberanistas? ¿Qué pasa en el caso concreto de Canarias?

Con la crisis que padecemos, lo que queda de manifiesto es la dependencia de Canarias. Los monocultivos tienen fecha de caducidad, y en este caso el turismo más la construcción no pueden seguir siendo el motor de Canarias. Es cierto que la única manera de salir de la crisis a corto plazo es apostar de nuevo por el turismo. Pero debemos mirar a largo plazo. Analizar los recursos que tenemos, diversificar la economía e intentar conseguir ser independientes económicamente. Llegados a este punto, la soberanía estará a la vuelta de la esquina.

¿Es viable la economía de las Islas sin las ayudas europeas?

Por supuesto. Las ayudas se acabarán, seamos o no soberanos. En cifras reales, las ayudas europeas, o las subvenciones del estado, no superan al valor de las importaciones de productos que Canarias realiza. Si no recuerdo mal, Canarias es uno de los principales importadores de productos de la Península. Es decir, tú me das una subvención para el transporte, pero me haces dependiente y te estoy importando miles de millones anuales. Claro que toda ayuda es necesaria, pero con los cambios estructurales que Canarias necesita, dejando de ser dependientes del exterior, tendremos un futuro económico prometedor.