En Los Valles hay varias familias que viven de la ganadería, principalmente de las cabras y sus productos. El principal inconveniente para esta actividad es el estado que presenta la carretera de Los Valles, que hace imposible el acceso de los camiones de las empresas lecheras que les adquieren el producto, así como de los vehículos que se encargan de transportar la comida de los animales. La situación llega a tal extremo, que la rotura del tramo del puente de Valle Crispín "nos deja en pésimas condiciones para transportar los productos de la agricultura, los materiales y la comida", hasta el punto de que los afectados aseguran que "tras las lluvias de febrero, el pienso nos sale más caro", algo que, indican, "nos puede llevar a la quiebra". Además, señalan: "Antes subíamos toda la carga en un camión, pero ahora asume cada ganadero este transporte, con lo cual, se nos encarecen demasiado los costes". En los tres valles "el problema es el mismo, pero justo después del 1 de febrero hemos tenido que tirar mucha leche a los barrancos", pues estos ganaderos explican que "sacamos la leche de esta zona con las mismas penas que entramos el pienso". Además, se quejan amargamente de que ni los responsables del Cabildo ni del ayuntamiento "han continuado con sus promesas de apoyarnos en la mejora de las condiciones para elaborar nuestros propios productos, de manera que contemos con luz y espacios en condiciones".