La Villa de Aguere se reencontró ayer con las esencias del más puro tipismo y la más arraigada devoción a San Benito Abad, en el marco de su ya tradicional romería regional, que en esta ocasión cumple 63 años, y que reunió a miles de personas procedentes de todos los rincones de las Islas en una jornada extremadamente calurosa y en la que estuvieron representados los grupos folclóricos de la Isla con sus cintas. El obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, presidió la solemne eucaristía e impartió su bendición sobre el ganado, que dio paso a la esperada romería, un acontecimiento que denota el carácter abierto y universal de La Laguna, Patrimonio de la Humanidad. Una romería que reunió a casi 70 yuntas de bueyes, lo mejor de la cabaña ganadera de Tenerife y de la vega lagunera, que tiraron de 48 carretas, y unos 22 carros, con los más variados y pintorescos diseños alusivos al modus vivendi del agro isleño. La presidencia, además del Santo Patrón, la ostentaron las romeras adulta, infantil y de la tercera edad Yazmín Báez, Encarna Rodríguez y Ángeles Trujillo, respectivamente. El presidente de AGATE, Pedro Molina, subrayó la buena salud de la cabaña ganadera, aunque ahora refleja los efectos de la coyuntura económica.