La Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) expresó hoy su compromiso de garantizar que las elecciones presidenciales y legislativas del 28 de noviembre próximo sean "transparentes y creíbles".

La misión recordó en un comunicado divulgado en Puerto Príncipe que su papel es dar "apoyo logístico, técnico y de seguridad" a esos comicios de acuerdo con la resolución 1927 del Consejo de Seguridad de la ONU.

La Minustah mostró su "firme compromiso para garantizar elecciones transparentes y creíbles en todo el territorio", y deseó "la más amplia participación de los votantes para hacer de estas elecciones un paso más en la consolidación de la democracia en Haití".

Sin embargo, varios partidos de oposición han rechazado hoy participar en los comicios con el presidente René Préval en el poder y con la actual composición del Consejo Electoral Provisional (CEP).

"No vamos a las elecciones ni con este CEP, ni con el presidente Préval", declaró a periodistas el candidato presidencial Serge Gilles, dirigente de la plataforma de partidos políticos Alternativa.

El CEP, organizador de las elecciones parciales al Senado celebradas en 2009 que Gilles calificó de fraudulentas, fue modificado parcialmente tras esos comicios, aunque los cambios efectuados son rechazados por amplios sectores políticos de oposición, que además desconfían del presidente Préval.

El presidente haitiano anunció esta semana la celebración de las presidenciales y legislativas el último domingo de noviembre, como prevé la Constitución.

En esos comicios, que se celebrarán diez meses después del devastador terremoto del pasado 12 de enero, serán elegidos el presidente de Haití, un tercio de los senadores y todos los diputados.

La Minustah precisó que el Consejo de Seguridad le ha pedido "coordinar la asistencia electoral internacional a Haití en cooperación con otras partes interesadas, entre ellas la Organización de los Estados Americanos (OEA)".

El Consejo Electoral Provisional (CEP) cifra en 29 millones de dólares (23 millones de euros) el presupuesto necesario para los comicios, de los que el Gobierno haitiano se comprometió a desembolsar 7 millones de dólares (5,6 millones de euros).

En mayo pasado las calles de varias ciudades haitianas registraron una oleada de manifestaciones contra Préval, a quien los opositores acusan de violar la Constitución por promulgar una ley que prolonga hasta 18 meses el estado de urgencia decretado tras el terremoto de enero.

También se le critica por la promulgación de otra ley que amplía su mandato hasta el 14 de mayo de 2011 si no se celebran elecciones antes de fin de año y no se puede llevar a cabo la transmisión del mandato presidencial a su sucesor el 7 de febrero, tal como establece la Constitución.

A causa de la crisis de 2004, tras la salida del presidente Jean Bertrand Aristide, Haití estuvo dirigido por un Gobierno provisional que permaneció en el poder hasta mayo de 2006, cuando se realizó la toma de posesión de Préval para un segundo mandato.