El Ayuntamiento de Santa Cruz por fin ha reconocido que los vecinos de Montaña Morera, en el Valle de Las Huertas (trasera de Las Teresitas), son los propietarios de sus viviendas, escrituradas legalmente hace más de 30 años, aunque en 2000 se encontraron con la sorpresa de que sus casas habían desaparecido del Registro de la Propiedad y el solar había pasado a formar parte de una gran parcela de Inversiones Las Teresitas (ILT).

La concejal de Urbanismo, Luz Reverón, confirmó a este periódico que esos vecinos tienen derecho a su propiedad, como prueban sus escrituras.

La edil explicó que esas familias, con viviendas unifamiliares, podrán disfrutar de su casa, igual que sus herederos, sin causar ningún perjuicio a la urbanización que se plantea para el Valle de Las Huertas.

Tras diez años de pleitos judiciales, estos vecinos han ganado la primera batalla. Son pocas familias, pero pertenecen a una historia compleja que afecta a otras muchas del mismo valle, que también reclaman su propiedad. No todos tienen los documentos que la puedan acreditar.

Cada una de ellas tiene su historia particular. Los que viven en un chalé se unieron para llevar su caso con el mismo abogado y los de los apartamentos hicieron lo mismo con otro letrado.

Una de las familias, conocidos como los alemanes, en este tiempo han ganado dos pleitos contenciosos, pero esas sentencias no se han ejecutado hasta la fecha.

La dueña de una de esas casas la registró a su nombre en 1985, cuando la heredó de su padre. Sin embargo, en el año 2000, la Junta de Compensación Las Teresitas, a la que pertenecía el Ayuntamiento de Santa Cruz, la vendió -sin el consentimiento de la dueña- a ILT. Ella asegura que nunca recibió dinero a cambio, aunque precisa que nunca ha tenido intención de vender su casa.

Fue una de las primeras personas que acudieron al registro de la propiedad cuando escuchó los rumores de la operación urbanística que pretendía desarrollar ILT en Las Huertas, allá por el año 2000.

Mantiene los documentos registrales "sorprendentes" donde se puede ver que su casa no existe, a pesar de que vive en ella, sino que toda la zona es una única parcela, en la que no figura ninguna edificación.

En el año 2007, los tribunales le dieron la razón. Primero el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) y después el Tribunal Supremo (TS), sentencia que ratifica que el proyecto de compensación debía volver al principio, con el fin de que los vecinos participen activamente en el reparto económico propio de una parcelación por compensación.

Este periódico se puso en contacto con los afectados, quienes manifestaron que se alegraban de la decisión adoptada por fin por el ayuntamiento, pero declararon que no han recibido ninguna notificación oficial.