Alrededor de 1.500 personas, según tanto los organizadores como la Policía Local, protestaron ayer en Santa Cruz de Tenerife contra el conocido como "pensionazo", la propuesta de reforma de las pensiones que ha planteado el Gobierno estatal y que, entre otras medidas, pone sobre la mesa el retraso de la edad de jubilación de los 65 a los 67 años.

La manifestación fue convocada, como la que tuvo lugar en Las Palmas, por los sindicatos CCOO-Canarias y UGT-Canarias. Entre las dos capitales del Archipiélago sumaron 3.000 participantes, de acuerdo con las fuentes citadas.

Programada a las 19:00 horas, la movilización tinerfeña sufrió un retraso en su salida de unos 20 minutos, principalmente debido a la "contramanifestación" protagonizada por cerca de 30 trabajadores de la Fundación Canaria para el Desarrollo Social (Fundescan) que gestiona UGT y que ha decretado suspensión de pagos.

Durante la marcha, que partió de la Plaza de Toros y finalizó en la sede de la Subdelegación del Gobierno, los manifestantes convocados por CCOO y UGT reiteraron cánticos y consignas contra el recorte de derechos de los trabajadores, a favor de una huelga general si el Gobierno no retira su proyecto de reforma del sistema público de pensiones y, sobre todo, contra el titular del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.

La secretaria general de CCOO en Tenerife, María del Carmen Martínez -a la que acompañó el secretario regional, Juan Jesús Arteaga-, recordó que la movilización, mediante la que las organizaciones autonómicas secundaron la campaña que comenzó en Madrid, Barcelona y Valencia el 23 de febrero, es una "respuesta" al "error de bulto" que el Gobierno cometió al no plantear su propuesta en el marco del Pacto de Toledo e introducirlo en el "debate político".

Martínez señaló que la medida de elevar la edad de jubilación "no se justifica", sobre todo, dijo, porque hay "tareas pendientes", como la de equiparar el Régimen Agrario de cotización a la Seguridad Social y el General, así como la de "separar las fuentes de financiación del sistema".

Además criticó la "contradicción" del Ejecutivo, "que hace meses propuso rebajar las cotizaciones sociales". También restó importancia a la "cuestión demográfica" que da crédito, según el Gobierno, a su propuesta actual y apuntó que previsiones similares a la que apunta a una hipotética "quiebra" del sistema de pensiones "no se han cumplido".

Éste "apuesta -añadió- por la cohesión social, y hay que preservarlo frente a uno de capitalización, que promueve que cada uno se salve como pueda".

En una línea similar se expresó la homóloga de Martínez en UGT, Lidia Quintana, que señaló que el Gobierno "intenta echar un pulso a los trabajadores para ver hasta dónde aguantan", pero que "como siga así, éstos saldrán a la calle más que ahora", indicó en referencia a una "posible" huelga general.

Quintana abogó por "hacer un reparto justo y equitativo de la caja única de la Seguridad Social para que los trabajadores no sufraguen subvenciones y ayudas que se podrían financiar de otra forma".