El pleno ordinario que se celebró ayer en el Ayuntamiento de Santa Cruz se convirtió en una sesión caracterizada por una tensa espera ante la inminente reedición del pacto entre CC y PP. Nadie dijo nada pero a ninguno de los presentes se les escapaba lo "calladito" que se mostró el portavoz popular, Ángel Llanos, durante toda la sesión. De hecho, no abrió la boca más que para loar a su homólogo nacionalista, José Alberto Díaz-Estébanez, tras anunciar la modificación de las ordenanzas fiscales. Quizá un intento de hacer las paces con uno de los principales obstáculos para que el "pibe de Ofra" vuelva a tener cierto poder municipal y, desde luego, toda una novedad digna de mención.

Entre los temas más destacados cabe destacar la intervención del nacionalista Ignacio González, quien anunció que, en aproximadamente un año y medio, la capacidad del albergue municipal se triplicará, puesto que además de la ampliación de sus instalaciones, está previsto que se construyan apartamentos con capacidad para 150 personas. Se trata de espacios para que las personas con pocos recursos puedan pasar periodos de media y larga duración. Este tema salió a colación de una moción presentada por Guillermo Guigou, quien propuso al pleno la posibilidad de trasladar el albergue hasta el antiguo balneario. En este sentido, González aseguró que todo lo que tiene que ver con el albergue es de "máxima prioridad" en su gestión, al tiempo que señaló que en la capital pernoctan en la calle unas treinta personas.

En la actualidad el albergue tiene una capacidad para cien personas, además de las veinte que atiende el centro de Cáritas. Al entender que este servicio se ha quedado pequeño, González aseguró que el proyecto del albergue consta de dos fases, estando la primera de ellas ya presupuestada por un millón de euros con cargo al Plan E, mientras que la segunda comprende la construcción de los apartamentos. González estimó que el proyecto se hará realidad en un año y medio.

Por lo demás, pocas cosas cambiaron. Como de costumbre, el alcalde, Miguel Zerolo, evidenció su falta de respeto con los medios de comunicación y comenzó el pleno con 45 minutos de retraso. Total, para marcharse mucho antes de que finalizara, seguramente debido a su apretada agenda, y tras cederle el testigo a Manuel Parejo, que tuvo que apechugar con el tedioso trámite de las mociones y preguntas.

La principal atracción de la jornada, amén de la morbosa espera para ver cómo Luz Reverón respondía al PSC sobre el coste e importancia de su viaje a Madrid a costa de la caja de Urbanismo, la deparó el rifirrafe entre el centrista Ignacio González y el socialista José Ángel Martín, definitivamente una pareja mal avenida.

Sólo la intervención de Zerolo, en la que recriminó las críticas personales vertidas por Martín ante la gestión de los asuntos sociales en la capital, hizo que el centrista respirara tranquilo y exhalara un "¡Ese es mi alcalde!" de satisfacción. Otra frase curiosa fue la que le espetó Guigou al popular Brito Arceo, cuando se refirió a Luz Reverón como "la concejal que va a ser Grupo de Gobierno con usted mañana". En realidad todos tenían la mente puesta en otra cosa.