El sacerdote Armando Montoliu, afincado en Tenerife desde septiembre de 1952, cumplirá 90 años el próximo sábado y lo celebrará "dando gracias a Dios" en la Eucaristía que está prevista a las 12:00 en la capilla de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en Santa Cruz.

"Me propusieron hacer un convite para celebrar mi cumpleaños y he decidido renunciar a la comida e invitar a todos al banquete de la Eucaristía", manifestó el sacerdote, que nació en Barcelona y se incorporó a la Diócesis Nivariense en septiembre de 1952. Su primer destino fue El Hierro, seguido de La Palma y Tenerife.

Montoliu explicó que vino a Tenerife porque tenía una enfermedad pulmonar que aconsejaba un clima mejor que el de Barcelona.

El periodista Zenaido Hernández ha investigado sobre la vida de Armando Montoliu y descubrió que trabajaba en un banco cuando sintió la llamada de Dios al sacerdocio. Así consta en un escrito, fechado en Barcelona el 30 de septiembre de 1943 (unos 10 años antes de que se incardinara en Tenerife).

La carta va dirigida al padre Fray Armando de la Sagrada Familia, carmelita descalzo, con domicilio en Burgos. Lleva el membrete de la casa central del Banco Hispano Americano y precisa: "...con motivo de terminar el 10 de octubre próximo su excedencia como empleado de este banco, renuncia usted definitivamente a su cargo para dedicarse de lleno a servir a Dios como sacerdote. Conozco las buenas cualidades que le adornan y estoy persuadido de que reúne usted condiciones para llegar a ser un religioso ejemplar, así es que no puedo menos que felicitarle por su decisión y pedir al Señor que en el ejercicio de su misión sacerdotal le permita salvar muchas almas".

Montoliu relató ayer a este periódico que él había estudiado la carrera de Perito Mercantil (lo equivalente a Ciencias Económicas) y trabajaba en el banco barcelonés cuando decidió pedir una excedencia de dos años para irse al convento de los carmelitas de Oviedo y ver si esa era su vocación.

Se ordenó sacerdote con 27 años para dedicarse en cuerpo y alma al servicio de la Iglesia.

Hernández precisa que ha destacado por su labor "edificadora". En este sentido, afirma que se ha desvivido por restaurar los templos con los que ha estado relacionado en su ministerio sacerdotal, además de haber construido casas parroquiales o iglesias, la de Fátima y Sagrado Corazón, en Santa Cruz de Tenerife, contando para esta ultima con la colaboración del arquitecto Enrique Rumeu de Armas.

Fue delegado de Turismo, cargo eclesiástico, y organizó las primeras jornadas que celebraba la Conferencia Episcopal Española fuera de Madrid. Fue todo un acontecimiento. Reunió en Tenerife a los obispos de la Comisión de Turismo.

El obispo tinerfeño Luis Franco Gascón certifica el 20 de junio de 1976, en San Cristóbal de La Laguna, que el prelado "es un sacerdote incardinado a nuestra diócesis, donde ha ejercido los cargos pastorales de cura párroco de Nuestra Señora de la Concepción de Valverde, encargado de San Pedro del Mocanal, arcipreste de El Hierro, cura párroco de Nuestra Señora de Monserrat en San Andrés y Sauces (La Palma), de Santa Catalina de Tacoronte y encargado de Nuestra Señora del Rosario de Fátima de Agua García, cura párroco de Nuestra Señora de Fátima y del Sagrado Corazón de Santa Cruz de Tenerife. En todos estos cargos parroquiales ha procedido con verdadero espíritu apostólico y celo sacerdotal".

Es hijo adoptivo de Valverde y de la Isla de El Hierro, de Tacoronte, y de Santa Cruz de Tenerife.

Ha recibido el titulo de monseñor y es caballero mozárabe de Toledo y capellán magistral de la Orden de Malta.

Junto a un grupo de colaboradores pone en marcha la fundación que lleva su nombre, Fundación Armando Montoliu, que ha desarrollado una ingente labor en Cuba, Venezuela, Guatemala y en otros países. Tiene su sede en el Parque de Las Indias. Desde allí desarrollan una labor de ayuda que no pasa desapercibida.

Destaca su vinculación con Cuba y su aportación "especialmente diplomática" en el proceso de reencuentro entre la Iglesia y el gobierno cubano, previo a la visita del Papa Juan Pablo II y con posterioridad a esa fecha.

En estos últimos años se ha ocupado de asistir a las comunidades religiosas y está encargado de la iglesia de San Jorge (antigua iglesia anglicana).