Los alumnos, padres y profesores del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) y del Centro de Enseñanza Infantil y Primaria (CEIP) Granadilla de Abona, conductores de guaguas y usuarios en general de la vía han iniciado una campaña de recogida de firmas para demandar de las autoridades municipales e insulares la realización de los trabajos necesarios para mejorar el tramo de carretera que enlaza el casco urbano granadillero con dichos recintos académicos de carácter público.

La comunidad educativa define el estado de la calzada como "un peligro para los peatones y conductores" toda vez que el mismo "no está en condiciones para soportar el tránsito diario que generan estos centros educativos". Se da la circunstancia de que la población escolar de ambos recintos supera los 2.300 alumnos, tal y como explican en el documento distribuido para recabar el apoyo de los usuarios y de la ciudadanía, en general.

Tanto el instituto como el colegio están emplazados a medio kilómetro del casco urbano de Granadilla de Abona en sentido Sur. Para acceder a ellos, además de un tramo peatonal que cruza por una cota más baja y que tampoco reúne condiciones óptimas de seguridad, higiene, mantenimiento e iluminación, es preciso recorrer parte de la carretera general del Sur.

Concretamente, los afectados demandan la realización de la segunda fase de la mejora de un tramo de 350 metros de esta vía, cuya responsabilidad recae en el Cabildo Insular.

Los afectados aseguran que los más de 2.300 alumnos "se juegan diariamente la vida a la ruleta rusa a la que los someten las instituciones públicas" toda vez que se exponen a un atropello.

No es la primera ocasión en la que se reclama una actuación sobre esta parte de la red viaria en el municipio de Granadilla de Abona. Al menos hace una década que la comunidad educativa planteó la necesidad de una mejora en la misma incluso acometiendo la reforma de su trazado en algún punto al objeto de evitar curvas peligrosas. Las últimas lluvias, además, han provocado un deterioro aún mayor de la calzada en la que, asimismo, no existen aceras.