ES COMPRENSIBLE, pero no totalmente razonable, que el Ayuntamiento de La Laguna, concretamente el Grupo municipal Socialista, se haya alineado al lado de la ULL en la "guerra" de este centro contra el proyecto de establecer una Universidad privada en el municipio de La Orotava. Podríamos decir que la polémica se traslada del campo puramente estudiantil y docente al campo político, que por algo se empieza.

Se esperaba esta reacción de la corporación municipal lagunera, porque La Laguna, caso de que llegue esa competencia, que la ULL tema en su pronunciamiento oficial y que un servidor no cree posible, perdería su condición de ser ciudad universitaria única en Canarias hasta que se creó, de forma insensata, injusta, absurda y por decisión facistoide del Gobierno, la Universidad de Las Palmas. Además de este factor farolístico, que viste mucho, la Ciudad de los Adelantados pierde, aparte de postín, lo que la población estudiantil abona en alquileres de pisos, estancia en pensiones, casas particulares y, los ricos, en hoteles. Parte de esa población flotante gasta también en restaurantes, en tascas como la "Dos y Una", "Artillería", "Casa Maquila", "Casa del Guardia", "Eloíno" y otros muchos guachinches de los que fui asiduo en mis tiempos y cuyos nombres no me vienen a la memoria. También los estudiantes mueven librerías y acuden a cines, a fiestas, a juergas y a las ventanillas de las administraciones para solicitar papeleos, oficiales previo pago de los derechos correspondientes.

El Grupo municipal Socialista advierte de que, en el próximo pleno del ayuntamiento, presentará una moción para que el Consistorio se adhiera al pronunciamiento oficial del Consejo de la ULL, lo que podría ocasionar un cisma en los partidos que integran los Ayuntamientos de La Laguna y La Orotava, que son CC, PP y PSOE principalmente.

Para los socialistas laguneros "es inaceptable el ataque al que se ha sometido a la primera Universidad de Canarias únicamente por manifestar su opinión en defensa de la institución que es la universidad pública", cuando la primera en expresar su rechazo a la orotavense fue la ULL. Andan en las nubes y perciben raras visiones los socialistas laguneros, porque, como no sean los modestos comentarios de un servidor en este diario y la respuesta justificada del Ayuntamiento de La Orotava, no conozco ninguna opinión o juicio crítico al pronunciamiento del Consejo de la ULL en cualquier medio de difusión.

Dicen los que apoyan al Consejo universitario lagunero que son 4.000 los alumnos que no vendrían a La Laguna para ir, me supongo, a La Orotava. No sé de dónde el PSOE lagunero ha sacado esa cifra. Debe de ser que la soñaron en noche de pesadilla. Tampoco me consta que haya apasionamiento en los gobernantes por la Universidad de La Orotava, cuando no han dicho ni pío ni en contra ni a favor. Otro mal sueño. Celebraríamos los tinerfeños -y, me imagino, todos los canarios sensatos- que ambas partes entierren el hacha de guerra, recuperen la sensatez perdida y dejen de representar esta comedia bufa impropia de personas serias.