El recorte del 25% en el coste laboral de los controladores aéreos que pretende implantar el ministro de Fomento, José Blanco, apenas tendría incidencia en el precio de los pasajes, según un informe sobre las tasas de navegación redactado por este colectivo.

El documento argumenta que "teniendo en cuenta que el sueldo de los controladores se paga de lo que se cobra a las compañías aéreas por la tasa de ruta, que para un trayecto de ida y vuelta a media distancia (usando como ejemplo una conexión con Londres) representaría 4 euros, la rebaja planteada por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) sólo le ahorraría un euro a cada pasajero".

A su vez, los controladores recalcan que su sueldo "no proviene del dinero público, puesto que si un ciudadano no viaja en avión no está pagando nuestro salario".

Por contra, fuentes de Aena aclaran que "respecto a lo que supone una tasa a un pasajero, es un tema en el que el ente público no tiene decisión, por cuanto forma parte de la política de precios de cada compañía aérea".

No obstante, usando el mismo supuesto que el utilizado por los controladores, puntualizan que "el impacto medio por pasajero sólo por la tasa de ruta española en un vuelo a Londres, con un 80% de ocupación, rondaría los 6 euros en lugar de los 4", por lo que el recorte de esta tasa tendría un mayor reflejo en el coste del billete.

Sin embargo, insisten en que "lo más importante no es el valor en euros, sino que la repercusión de un trayecto similar en cualquier parte de Europa sería mucho más baja, ya que España tiene la tasa de ruta más alta".

En este sentido, precisan que "sobrevolar el espacio aéreo español cuesta 625 euros la hora, es decir, un 50% más que la media europea", y que "el 70% de los ingresos de las tasas de navegación aérea corresponden al coste salarial de este colectivo laboral".

Por tanto, Aena alega que "si se consigue disminuir los costes de navegación, también bajará la tarifa del espacio aéreo, que será más competitivo que en estos momentos, y podrá despertar mayor interés por parte de las aerolíneas".

Las mismas fuentes subrayan que "hay que diferenciar entre las tasas de navegación y las tasas aeroportuarias, ya que mientras que las primeras son, hoy por hoy, las más elevadas de toda Europa, las segundas se sitúan entre las más baratas. No en vano, en los últimos meses se han tenido que bajar aún más para tratar de compensar", apostillan.

El informe de los controladores explica que mientras que existen tres tipos de servicio de control diferenciados (ruta, aproximación y aeropuerto) en función de la tasa que se cobra a las compañías aéreas, hay tasas como la de aterrizaje, de cuyos ingresos no se deriva ningún porcentaje para la unidad de negocio de Navegación Aérea de Aena y únicamente se computa en el capítulo de Aeropuertos. De este modo, plantean que se está practicando una mala gestión contable.

Al respecto, arguyen que "si el servicio de control de los aeropuertos proporciona la autorización de aterrizaje y rodaje a los aviones y para la prestación del servicio, también son necesarias ayudas visuales y no visuales que dependen en algunos casos de los técnicos de Navegación Aérea, por lo que parece lógico que las tasas vayan a sufragar el coste de los servicios que se proporcionan, pero, en realidad, la tasa de aterrizaje está incluida de manera exclusiva en el capítulo de derechos por uso de instalaciones y servicios aeroportuarios".

A modo de resumen, los controladores aéreos afirman que "en el caso de que se hubieran asentado bien los ingresos, el resultado del importe neto de la cifra de negocio de las dos partes de Aena permitiría recortar la tasa de ruta en un 20%, con lo que "se colocarían en la media europea".

Documento incorrecto

Por su parte, las mismas fuentes de Aena consideran que el informe es "incorrecto en su conjunto, al contener interpretaciones erróneas de partida". En este contexto, reiteran que se prestan tres servicios de control distintos, "pero la totalidad de sus costes se repercuten sólo en dos tasas de navegación (ruta y aproximación)", aunque inciden en que "no existe desviación de ingresos entre unidades, porque los costes asociados a las tasas son asignados, en base a la legislación internacional en vigor, por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y el Reglamento de Tarifas de la Comisión Europea, que es de obligado cumplimiento, y directamente aplicable en España y en todos los Estados integrantes de la Unión".

Así, enfatizan que "esta normativa establece que la tasa de aterrizaje es una tasa aeroportuaria que sólo recoge costes de la unidad de aeropuertos, fundamentalmente el uso de infraestructuras como la pista, pero, en ningún caso, del servicio de control y, por eso, sus ingresos sólo se imputan al apartado de aeropuertos".

Por último, aseveran que "las cuentas de Aena pasan procesos continuos de auditoría, realizados por firmas privadas como Deloitte, así como por la Intervención General del Estado y la propia Comisión Europea, en todos los cuales se ha concluido con la confirmación del cumplimiento por parte de Navegación Aérea de toda la normativa de tasas y de asignación de costes existente".