El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, se sumó ayer al homenaje a los abogados laboralistas de Atocha, asesinados hace 33 años, y dijo que "los compañeros asesinados representan, de forma excepcional, la transición" y "quienes dieron su vida por la libertad merecen que no los olvidemos".

José Bono, que dijo acudir al homenaje "no como presidente del Congreso de los Diputados" sino porque fue abogado de la acusación particular en el juicio que siguió al asesinato, recalcó que "nadie muere del todo mientras no se le olvida" e insistió en que el protagonista de la transición fue el pueblo español y quienes dieron su vida por la libertad sus auténticos representantes.

El homenaje por las cinco personas asesinadas -cuatro abogados y un sindicalista- el 24 de enero de 1977 en un despacho del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) en el número 55 de la calle Atocha se inició con una ofrenda floral en el monumento "El abrazo" de Juan Genovés, levantado en memoria de los fallecidos y a escasos metros del despacho laboralista.

Bajo el lema "Si el eco de su voz se debilita, pereceremos", del poeta francés Paul Éluard, casi un centenar de personas se dieron cita al pie del monumento de Genovés "por la restauración de la libertad", según reza en una placa, y guardaron un minuto de silencio.

Además del presidente del Congreso, José Bono, estuvieron presentes en el acto el secretario general del PCE, José Luis Centella; el decano del Colegio de Abogados de Madrid, Antonio Hernández Gil; el secretario general de CCOO de Madrid, Javier López; el presidente de la Fundación Abogados de Atocha, Alejandro Ruiz-Huertas; la abogada laboralista Francisca Sauquillo y el secretario general del PCE de Madrid, José Ramón Sanz, entre otros.

También se aprovechó el acto para otorgar "un pequeño homenaje", con la entrega de un ramo de flores, a Rosario Heredero, "Charo", la quiosquera de la plaza Antón Martín, cuyo puesto de periódicos se ubica al pie del monumento y que durante años ha ido explicando a quien le preguntaba el por qué del mismo y la historia de los abogados laboralistas asesinados.

El segundo homenaje tuvo lugar en la sede de CCOO de Madrid, en el auditorio Marcelino Camacho, donde se quiso hacer un acto de reconocimiento a cuantas personas han contribuido a la defensa de los derechos y las libertades.

Acusación particular

De esta forma, se otorgó un reconocimiento a los abogados que ejercieron la acusación particular en el juicio por los asesinatos en el despacho laboralista de Atocha: Jaime Sartorius, Antonio Rato, Cristina Almeida, José María Mohedano, José Luis Núñez y José Bono, quienes recibieron una placa con la reproducción de la simbólica escultura "El abrazo", de manos de la familia a la que representaron.

Poco después se podían escuchar los cánticos de los asistentes al homenaje: "Atocha, hermanos nosotros no olvidamos" y "Luchando, creando poder popular". Más tarde, sonaba "Por la libertad" de Miguel Hernández y, con el puño en alto, los presentes entonaron la canción.

Asimismo, se entregó el Premio Abogados de Atocha 2010 al poeta Marcos Ana, que pasó 23 años en cárceles franquistas, y al "falsificador del PCE" Domingo Malagón, a quien se le reconoce su contribución a que muchos implicados en la lucha contra la dictadura pudieran contar con documentación falsificada.

El acto de homenaje también estuvo planteado con vocación de futuro y de legado histórico, para que no se pierda la memoria de los abogados asesinados: Luis Javier Benavides, Enrique Valdevira, Serafín Holgado y Francisco Javier Sauquillo, así como el sindicalista Ángel Rodríguez Leal.

Previamente, políticos y sindicalistas visitaron las necrópolis de Carabanchel y San Isidro donde los abogados se encuentran enterrados.