La manifestación que reivindicó ayer la soberanía de Canarias y los 45 años de la bandera de las siete estrellas verdes congregó a miles de asistentes. Mientras la Policía Nacional cifró la participación en 500 personas, la Policía Local estimó que acudieron 2.500 y los organizadores, 16.000.

Con lemas como "Canarias no se vende, Canarias se defiende", "Canarias dice no a la colonización", "Esta es mi bandera, esta es mi nación", así como consignas que pedían independencia y descolonización, los manifestantes completaron el recorrido en cerca de tres horas.

Asistieron independentistas de las siete Islas y de diversas organizaciones, como Juventudes de Nueva Canarias, Juventudes del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL), Juventudes de la Agrupación Palmera de Independientes (API), Juventudes de la Agrupación Herreña de Independientes (AHI), Juventudes de Coalición Canaria (CC), representantes del Centro Canario Nacionalista (CCN), del Congreso Nacional de Canarias (CNC) y del Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario (MUPC), según explicó el portavoz de la Mesa por la Unidad de la Descolonización e Independencia (UDE), Honorio Marichal, plataforma convocante del evento.

Sin embargo, nadie ostentó siglas políticas, tal y como habían planificado los organizadores. "Es un llamamiento a la unidad de la nación canaria para conseguir la independencia en 2010, último año que tiene España para hacerlo según el mandato de las Naciones Unidas", explicó Marichal.

En el mismo sentido se pronunció el líder independentista, Antonio Cubillo, quien asistió al encuentro, pero se mantuvo al margen de la manifestación. "Hoy reivindicamos la unidad canaria, la independencia y la bandera", señaló antes de abogar por la creación en 2010 de un gobierno provisional para organizar, de forma pacífica, la transición de las Islas hacia su soberanía.

En el manifiesto final, los convocantes criticaron la falta de una reacción "contundente" de los partidos y sindicatos ante la crisis que afronta el Archipiélago y deploraron el modelo de desarrollo "depredador" impuesto a las Islas por el "tripartito que ha gobernado Canarias en los últimos 20 años", en alusión a CC, el Partido Socialista Canario (PSC) y el Partido Popular (PP), así como la "España de las autonomías con que se calló la boca a los soberanistas".