El Cabildo de Tenerife ya se ha reunido con prácticamente todos los ayuntamientos de aquellos municipios por donde pasará el futuro tren del Norte y fruto de estas reuniones se ha logrado consensuar el trazado definitivo del proyecto ferroviario. De esta forma, el consejero insular de Economía y Competitividad, Carlos Alonso, explicó que Metropolitano de Tenerife SA (MTSA) se ha decantado por llevar el trazado lo más pegado posible a la autopista del Norte (TF-5) y ubicar una parada en el entorno del aeropuerto de Los Rodeos, por lo que se descarta la opción de llevar el corredor ferroviario por Valle de Guerra. Además, debido a la menor complejidad del proyecto si el tren discurre paralelo a la TF-5 también se ha prescindido de la opción del corredor de La Atalaya, en Tacoronte.

"Las dos variantes fundamentales -detalló Carlos Alonso- estaban en la entrada a La Laguna, donde la solución más viable es la de una parada en Los Rodeos y otra en el casco, a la altura del nuevo intercambiador de Padre Anchieta, y que esté soterrado por todo el término municipal y en el paso por Los Realejos, que, finalmente, se realizará pegado a la autopista".

Así, el trazado definitivo quedará de la siguiente forma: el tramo 1, entre Los Realejos y Santa Úrsula, unirá ambos municipios y tendrá 8 kilómetros. De los posibles trazados estudiados para que se aproxime a la TF-5 y se dé cobertura a los núcleos importantes del Valle (los denominados lado Norte y lado Sur), se optó por el lado Norte que transcurrirá paralelo a la autopista. Así, se prescinde de la opción del lado Sur en la que la plataforma se separaría para evitar la afección del Monumento Natural Montaña de Los Frailes. En este tramo se prevé la posibilidad de crear dos paradas en los primeros cuatro kilómetros de recorrido (Los Realejos y Puerto de la Cruz-La Orotava).

El tramo 2, entre Santa Úrsula y La Matanza, tendrá una longitud de cinco kilómetros, contemplándose en esta sección una única parada para dar servicio a la comarca conformada por La Victoria, La Matanza y Santa Úrsula. La plataforma discurre paralela a la autopista por el lado mar.

El tramo 3, entre La Matanza y La Laguna, tiene a la ciudad de Aguere como enclave estratégico debido al nuevo intercambiador de transportes y a la propia demanda que generará la ciudad. La sección en sí contemplaba tres alternativas: el corredor TF-5, el corredor de La Atalaya y el corredor de Valle de Guerra, decantándose por el primero de ellos.

Esta primera opción, de 17,3 kilómetros, se fusiona con la alternativa del corredor de La Atalaya a la altura del aeropuerto de Los Rodeos, donde se ubicará una parada. Además, contempla otra parada en Tacoronte. De esta forma, se prescinde de la segunda opción que es el corredor de La Atalaya, que se separa del corredor de Valle Guerra una vez superado el barranco de Guayonje, pasando por las montañas de La Atalaya y de la Caldera, hasta incorporarse a la TF-5, también a la altura de Los Rodeos (18,1 kilómetros); y por último, también se descarta el corredor de Valle de Guerra, que atraviesa El Bucio y Valle de Guerra, dirigiéndose a La Laguna hasta enlazar con el corredor de la TF-5 (20 kilómetros). Todos los corredores se unifican en su parte final, en el nuevo intercambiador de Padre Anchieta, donde estará ubicada la otra parada del tren del Norte en el municipio de La Laguna.

Por último, el tramo entre La Laguna y Añaza (8,7 kilómetros) está formado por dos ejes. El corredor de la TF-5, que parte de la ULL y se ciñe soterrado al trazado de la autopista. Por último, el ramal a Santa Cruz, que permite conectar con el Intercambiador capitalino y, a su vez, con el futuro tren del Sur.

El objetivo del Cabildo de Tenerife es que en el próximo mes de octubre se pueda formular, en su fase de avance, el Plan Territorial Especial de Ordenación de Infraestructuras del Tren del Norte para su posterior aprobación por parte del Consejo de Gobierno de la Corporación insular. Tras el avance del Plan se pasará a una siguiente fase de información oficial y pública que culminará con la resolución de alegaciones y aprobación inicial del proyecto. El siguiente paso consistirá en un segundo período de información pública antes de su aprobación definitiva.