Un grupo de jóvenes latinoamericanos ha iniciado una "cruzada" por la reinserción del acento gráfico en la vía pública, donde señalan su ausencia con un toque de buen humor y rebeldía ante la incorrección ortográfica en las calles.

El movimiento nació en junio en México, por iniciativa del joven vasco Pablo Zulaica Parra, y pronto se extendió a Perú y Argentina, donde se multiplican las "intervenciones" en todo tipo de carteles en los que las tildes brillan por su ausencia.

Apenas detectan la falta, estos "cruzados ortográficos" pegan un acento de papel visible en el que además se explica la regla ortográfica violada.

Cada acto de reivindicación gramatical es fotografiado y las imágenes se suben a los diversos blogs de la iniciativa "Acentos perdidos", donde además se generan interesantes debates sobre el español, una iniciativa que también suma adeptos a través de la red social Facebook.

"El principal objetivo es que la gente tome conciencia de la importancia de usar bien nuestra lengua", dijo Rodrigo Maidana, un estudiante de Economía de la ciudad argentina de La Plata que comanda la iniciativa en su país.

Como regla, estos jóvenes solicitan autorización para pegar las tildes siempre que sea posible, pero si se trata de anuncios comerciales o políticos lo hacen sin permiso pues "semejante afrenta, con tantos ojos responsables de ese mensaje, merece ser visiblemente señalada", dijo Zulaica, redactor publicitario.